La confianza de Jesús en el Padre es absoluta. Quiere que sus seguidores no lo olviden nunca: el que pide, está recibiendo; el que busca está encontrando y al que llama, se le abre.
El asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos, junto con el estancamiento de la aplicación de los acuerdos de paz, son algunas de las grandes preocupaciones que los obispos de Colombia debaten en su Asamblea Plenaria.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, habló en Nueva York sobre el tema de la protección de los lugares de culto. Un plan de acción de las Naciones Unidas para la protección de estos lugares y otros lugares religiosos, dijo el Nuncio Apostólico, sería un paso en la dirección correcta.
No basta pedir la paz, la paz es camino, se construye. Por eso Jesús no se conforma con entregarnos su paz, sino que nos entrega como misión la tarea de construirla, hacerla posible, viable.
Danos el valor de vivir desde el soplo de tu Espíritu para no vivir enajenados a otras fuerzas; Señor, solo tú puedes liberar nuestra libertad para dar frutos de humanidad.