El Evangelio que anunciamos las mujeres: Jesús quiere que seamos fieles a su palabra y que seamos testimonio del amor de Dios Padre Madre entre los que habitamos esta casa común.
Vamos siguiendo su camino, alimentándonos de su Palabra, con su contacto, con su cercanía, aún y sobre todo en los momentos de dificultad, de resistencia de nuestra parte.
Se nos presenta un tiempo para buscar a qué sector montañoso podríamos llegar solas(os) o acompañadas(os) a compartir la presencia de Dios en nosotras(os).
Convertirnos ciertamente implica un cambio en nuestras vidas a partir de una reflexión profunda y humilde, mirar con sinceridad dentro de nuestro corazón.