Tras el ataque de Estados Unidos contra un vehículo que transportaba bombarderos del Isis-k, el sistema de defensa estadounidense interceptó misiles disparados contra el aeropuerto de Kabul. Las negociaciones sobre el regreso de los estudiantes afganos matriculados en las universidades de Italia no se han detenido. La entrevista con Bruno Botta, vicerrector de Asuntos Internacionales de la Universidad La Sapienza de Roma.
Mientras el Ministro de Educación talibán ha anunciado que a partir de ahora los estudiantes de las universidades afganas recibirán clases separadas, “como exige la ley islámica”, la diplomacia internacional se esfuerza por traer a Italia a los cerca de 200 estudiantes de Kabul y otras zonas críticas del país que están matriculados en universidades italianas.
Los estudiantes escaparon del ataque en el aeropuerto, no hay heridos, pero la precipitación de los acontecimientos ha dificultado su traslado a Italia.
Bruno Botta, vicerrector de Asuntos Internacionales de la Universidad La Sapienza de Roma, habló sobre la situación.
Al respecto, explica que no solo el gobierno italiano, sino también otros, junto al gobierno talibán están negociando un acuerdo para permitir a las personas extranjeras y también a los estudiantes afganos con visado la posibilidad de poder transitar hacia otros países. Y añade: “No hay heridos, afortunadamente. Lo sé de primera mano. Y esto nos permite estar menos preocupados”.
Recordamos que se trata de unos 120 estudiantes afganos, entre ellos 81 mujeres, que habían sido admitidos para iniciar el curso en septiembre en la Universidad La Sapienza de Roma y que se encontraban en las listas para ser evacuados tras la llegada al poder de los talibanes, pero con el fin del puente aéreo se quedaron en Kabul.
El vicerrector de Asuntos Internacionales de la universidad romana, dijo asimismo a otros medios que “si regresan a Herat, corren el riesgo de represalias”.
Con ellos, también se preveía evacuar a otras personas: familias de estos estudiantes, cinco o seis niños y otros 40 jóvenes que meses atrás no habían podido pasar las selecciones para acceder a los cursos de la primera universidad de la capital, pero que al conocer la situación en el país habían sido admitidos.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la unidad de crisis de Italia siguen con la máxima atención la vicisitud de los estudiantes de la Sapienza atrapados en Afganistán, asegurando que “no se dejará de intentar ayudar a todos aquellos que lo necesiten”.
El vicerrector explicó asimismo que “todo se complicó más con el atentado”. En los días anteriores la rectora, Antonella Polimeni, había encargado coordinar el trabajo para traer a Italia a estos estudiantes procedentes de Herat y Kabul, y las autoridades italianas y los ministerios interesados también fueron contactados por la universidad para ayudar. Finalmente, se les enviaron los documentos para salir y se los dividió en grupos de doce a veinte personas.
Sin embargo —agregó— “estas personas no pudieron irse” y se quedaron a las puertas del aeropuerto. La esperanza es acoger a los estudiantes en el vuelo de algún país aún presente en Kabul, que podría sacarlos de Afganistán y entregarlos al ministerio de Defensa italiano durante una escala.
La negociación está en marcha, ya se esperan noticias en breve, explicaron los medios. Los admitidos en el ateneo romano deberían haber seguido el curso de “Humanidades globales” en el departamento de Estudios Orientales, una idea que nació para “garantizar una universidad inclusiva y abierta a todos, que brinde a los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo la oportunidad de integrarse”, explican los organizadores.
El último vuelo italiano con el resto de personal diplomático y militar que se había quedado en Kabul llegó el sábado pasado a Roma y con él se dio por finalizado el puente aéreo con el que han llegado al país 5.100 afganos.
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Fuente: www.vaticannews.va