Afganistán, las ONG piden a Occidente garantías para los más vulnerables

Las mujeres son el objetivo de los talibanes, encerradas en sótanos o huyendo para evitar la venganza. Las organizaciones humanitarias piden a la comunidad internacional que intervenga para garantizar la seguridad de quienes han trabajado durante años por la emancipación de las mujeres.

En el caos de Afganistán, que está en manos de los talibanes desde hace dos días, la comunidad internacional no solo debe asumir el fracaso de la estrategia adoptada hasta ahora en ese país, sino también, y sobre todo, poner en marcha la maquinaria de ayuda a los civiles que intentan escapar. La atención se centra en las mujeres, las primeras y seguras víctimas de lo que ya se ha denominado “Emirato Islámico”.

MUJERES ENCERRADAS EN SÓTANOS

Los aviones occidentales se alternan en la pista del reabierto aeropuerto de Kabul para salvar a sus funcionarios y, en lo posible, a los colaboradores locales, mientras las mujeres se encierran en los sótanos, escondiéndose para escapar de la venganza de quienes pretenden castigarlas por haber estudiado, trabajado y buscado un papel en la sociedad. Así lo confirman todas las ONG que trabajan en el país desde hace años, principalmente con la ayuda de las mujeres. Arianna Briganti, vicepresidenta de Nove Onlus, está en contacto permanente con sus colegas de Afganistán, que participan en proyectos centrados en la emancipación de la mujer. “Por el momento, todas están encerradas en sus casas”, afirma Briganti.

“Hay colegas masculinos que han enviado a sus hijas a esconderse a lugares que consideran más seguros por temor a que las mujeres, incluidas las niñas, puedan ser raptadas, secuestradas y convertidas en esclavas”. La esperanza de Brigante es que el gobierno italiano, así como Europa, en general, se hagan cargo de la seguridad de estas personas que llevan años colaborando. “La cuestión fundamental —continúa— es cómo sacar a las personas más vulnerables, las mujeres solteras, los niños y las niñas, de sus casas y llevarlas al aeropuerto. El sistema bancario está completamente bloqueado, no podemos enviar dinero, ni siquiera para que las familias de nuestro equipo puedan comer”.

LOS SERVICIOS ESENCIALES DEBEN ESTAR GARANTIZADOS

El personal de Emergency sigue presente en el país, y la ONG no tiene intención de interrumpir sus actividades porque es más importante que nunca responder a las necesidades de la población y garantizar el acceso a los servicios esenciales, como el agua potable.

“El ataque a los bancos, el aumento de los precios, así como las redadas —explica Rebecca Gasparri, del proyecto alimentario ‘Emergency’, que regresó a Italia hace unos meses— comenzaron inmediatamente después del inicio del caos, una situación de inseguridad total dentro de Kabul. La comunidad internacional debe asumir ahora la responsabilidad de lo que ha hecho, tratando de entender las necesidades del país y no dejando a la población sola”.

LOS ERRORES DE OCCIDENTE SE ESTÁN PAGANDO

“Lo que está ocurriendo y las escenas que se ven en el aeropuerto de Kabul, dan testimonio del fracaso de una intervención armada de 20 años, de una torpe gestión por parte de la administración americana en las negociaciones con los talibanes y, sobre todo, muestran el miedo que hay entre la población civil”. El análisis del investigador del ISPI, Giuliano Battiston, es contundente, ya que la situación es el resultado de causas precisas e identificables. “Creo que fue un error dar a los talibanes la oportunidad de convertirse en un frente de oposición tan fuerte durante todos estos años. Fue un error mantener las tropas allí durante tanto tiempo, alimentando la maquinaria propagandística de los talibanes; fue un error conformarse con un gobierno afgano desacreditado a los ojos de la población, muy corrupto, con una falta de legitimidad muy fuerte; y, por último, fue un error iniciar este diálogo diplomático tan tarde, cuando Estados Unidos ya había decidido archivar el dossier de Afganistán y no tenía ninguna palanca para convencer a los talibanes”.

Las negociaciones, según Battiston, marginaron erróneamente a ese gobierno de Kabul que, por corrupto que fuera, representaba a las instituciones, y lo debilitaron tanto que, con la retirada de las tropas estadounidenses, en cuanto los talibanes lanzaron una ofensiva militar “todas las instituciones cayeron como la nieve bajo el sol”.

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Fuente: www.vaticannews.va

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