África, afectada por el cambio climático, se prepara para la COP27

Los líderes del continente se reunieron en Rotterdam en un encuentro organizado por el Global Center on Adaptation (GCA), antes de la conferencia sobre el clima que se celebrará en noviembre en Sharm-el Sheikh. Se necesitan fondos y mayor integración entre los sectores público y privado para enfrentar la crisis y crear nuevos puestos de trabajo en las zonas más afectadas por la desertificación y la sequía.

África está a la cabeza de una emergencia climática que no ha creado y cuyos efectos afectan a millones de personas. Una situación agravada por las consecuencias de la pandemia de Covid-19, la crisis alimentaria y energética provocada por la guerra en Ucrania y los numerosos conflictos que se suceden en el continente.

Por ello, la cita de la COP27, la conferencia sobre el clima que tendrá lugar el próximo mes de noviembre en Sharm-el-Sheikh, Egipto, se convierte en una convocatoria decisiva para el futuro del continente.

UN CONTINENTE EN LA ENCRUCIJADA

“Lo que es bueno para África es bueno para el mundo. Su ascenso es imparable, pero es un continente en una encrucijada, como todo el planeta. Si la COP27 fracasa, las consecuencias serán muy graves”.

Así lo afirma Patrick Verkoijeen, director general del Global Center on Adaptation (GCA), una organización internacional holandesa que media en proyectos de inversión internacional entre los sectores público y privado y que, junto con el Banco Africano de Desarrollo, gestiona el “Programa de aceleración de la adaptación en África – AAAP”. La Comisión Europea ha previsto una inversión de veinticinco mil millones de euros de aquí al 2025 para hacer frente a las consecuencias del cambio climático.

LAS PALABRAS DE LOS LÍDERES AFRICANOS

Los efectos de la crisis medioambiental son enormes en muchas zonas del continente y el pueblo africano lo percibe como una injusticia, ya que África es el continente con menor impacto en términos de emisiones de Co2, afirmó el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Thsisekedi, presente en Rotterdam en la reunión del GCA sobre el diálogo entre los países e instituciones africanas de cara a la COP27.

Los efectos de la crisis medioambiental son enormes en muchas zonas del continente y el pueblo africano lo percibe como una injusticia, ya que África es el continente con menor impacto en términos de emisiones de Co2.

“Nos estamos quedando atrás con la adaptación al cambio climático y necesitamos fondos”.

Así lo reiteró Macky Sall, presidente de Senegal y presidente de turno de la Unión Africana, quien recordó la necesidad de energía, agua y semillas para África y el proyecto de reforestación del green wall del Sahel. Para hacer esto —subrayó el presidente ghanés Nana Akufo-Addo, al igual que otros líderes africanos— es necesaria una mayor participación de los inversores privados.

LA COP27 ES UNA OCASIÓN PARA UNIR A LA FAMILIA HUMANA

Además, el objetivo del AAAP para la COP27 es crear, mediante la adaptación “a un clima más cálido, duro e imprevisible”, puestos de trabajo y una mayor productividad, con la consiguiente reducción de la pobreza. El mismo Papa Francisco, en su Mensaje para la Jornada Mundial de Oración para el Cuidado de la Creación, había señalado recientemente a la COP27 en Sharm-el-Sheikh, junto con la COP15 sobre la biodiversidad, en Canadá en noviembre, como los dos eventos más importantes para “unir a la familia humana”, destacando también la existencia de una “deuda ecológica” y un mayor compromiso de los países más ricos con los más pobres.


Fuente: www.vaticannews.va / Imagen: Pexels.

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