Save the Children denuncia abusos a las jóvenes migrantes africanas

La organización dedicada a la protección y garantía de los derechos de la infancia y la empresa social Samuel Hall presentan el informe “Girls on the Move in North Africa”, que recoge las experiencias de migrantes, víctimas o testigos de violencia, que viajan a través y hacia el norte del continente. Giovanna di Benedetto, responsable de prensa de la organización: “Esta investigación parte de un vacío de información sobre las experiencias migratorias de estas jóvenes”.

Save the Children, la organización internacional que lleva más de cien años luchando por garantizar un futuro a los niños en situación de riesgo, en colaboración con el centro británico Samuel Hall, ha publicado un estudio de investigación titulado “Girls on the Move in North Africa”. Forma parte de una serie de investigaciones tituladas “Girls on the Move”, y se basa en entrevistas realizadas en 2022 a 24 menores varones y 68 niñas, adolescentes y mujeres jóvenes de entre 9 y 24 años, procedentes en su mayoría de países del África subsahariana, que se dirigían a Libia, Túnez y Marruecos o que llegan a Italia y España. “Una de cada cinco entrevistadas ha sufrido o presenciado abusos y acoso”, explica Giovanna Di Benedetto, responsable de prensa de Save The Children, “el objetivo de la investigación es captar las experiencias de las niñas migrantes”.

LAS RAZONES DEL LARGO VIAJE, UNA HISTORIA DE ESPERANZA

Las conclusiones del informe muestran que los motivos de la partida de estas jóvenes africanas suelen estar relacionados con conflictos, abusos, falta de perspectivas laborales, discordias familiares y matrimonios forzados precoces. “Recuerdo bien la historia de Rainatou (nombre ficticio utilizado para proteger la intimidad de la entrevistada). Es una chica de 20 años que ahora vive en España. Me contó que tenía dos hermanas, que se habían marchado tiempo atrás y cuyos pasos quería seguir, porque su padre, de carácter violento, la golpeaba repetidamente y quería obligarla a casarse con un anciano que ya tenía tres esposas”, prosigue Di Benedetto. “Para evitar que huyera, su padre le quemó los pies, los marcó con hierro y fuego”. A pesar de ello, Rainatou consiguió huir de su pueblo. Tiempo después, sola y sin apoyo económico, llegó a España.

Las conclusiones del informe muestran que los motivos de la partida de estas jóvenes africanas suelen estar relacionados con conflictos, abusos, falta de perspectivas laborales, discordias familiares y matrimonios forzados precoces.

LOS RIESGOS DEL DESPLAZAMIENTO

Los peligros a los que se enfrentan las jóvenes africanas durante el largo viaje en y hacia el norte de África, que junto con Oriente Medio acoge a la mayoría de los menores migrantes del continente, son numerosos. A los abusos de todo tipo se suman las detenciones forzosas. Giovanna Di Benedetto cuenta la historia de Noella (otro nombre ficticio), originaria de Costa de Marfil, que llegó a Italia tras diversas vicisitudes. “Fue interceptada por la guardia costera libia, que la obligó a dar media vuelta y la encarceló en un centro de detención. Allí encerrada, Noella sufrió una violencia terrible: le golpearon la cabeza contra la pared, le pusieron bolsas de plástico en la cara con la intención de causarle daños no solo físicos, sino también psicológicos”, explica la responsable de prensa de Save The Children.

EL APOYO ESPECÍFICO COMO SOLUCIÓN A LAS NUEVAS DIFICULTADES

El final de la larga travesía no coincide con el final de los problemas. Una vez que llegan a su destino en uno de los países del sur de Europa, los jóvenes migrantes se encuentran con diversos obstáculos para su integración social, como el acceso a los servicios básicos, sanitarios, de salud mental y a los servicios de salud materna. El registro de los nacimientos, así como la educación y la vivienda, son otros retos que, junto con las barreras lingüísticas, la desconfianza en las autoridades y la falta de documentos, hacen que la realidad sea muy dura. “La investigación parte de un vacío de información sobre las experiencias migratorias de estas jóvenes. Es necesario un apoyo específico en los países de llegada para desarrollar enfoques específicos, inclusivos y que tengan en cuenta las especificidades de género”, concluye Di Benedetto. “Por tanto, es necesario un mayor acceso a la información sobre migración, tanto para ellos como para sus familias. Este proceso debe tener lugar antes de la partida para que puedan tomar decisiones con mayor conocimiento de causa y adoptar medidas para que el viaje sea lo más seguro posible. Además, es necesario actuar urgentemente en los lugares de tránsito para mejorar el acceso a los servicios sociales”.


Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.

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