La acusación es por estar apoyando el terrorismo del Isis y demás grupos fanatizados. El cierre de las fronteras entre los dos países aísla casi por completo al pequeño emirato.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto han decidido cortar las relaciones diplomáticas con Qatar, luego de una creciente tensión. Los Estado del Golfo Pérsico, a los que se añade Egipto y las islas Maldivas, acusan a Qatar de fomentar el terrorismo por su apoyo al islam político y de simpatizar con Irán. El tema es que han cerrado la frontera con Arabia Saudita. Varias compañías aéreas regionales han suspendido sus vuelos desde y hacia Doha, la capital catarí, por lo que este pequeño emirato ha quedado aislado por tierra y parcialmente por el aire.
Qatar niegas las acusaciones y responde que es un intento por controlar su política, que ha prescindido de la tendencia de los aliados de Arabia Saudita de no tener trato con Irán, considerado un peligroso rival regional, además de ser chiita en cuanto a su tradición islámica, hecho que suscita contrastes en la versión radicalizada practicada en varios países del Golfo.
En efecto, Qatar e Irán suman entre las más importantes reservas de gas, por tanto una alianza comercial en esta materia sería vista con recelo por los demás productores. Las restricciones al movimiento de pasajeros y mercancías, y el cierre de la frontera saudí, la única terrestre de Qatar, amenazan el abastecimiento de productos de primera necesidad, puesto que el pequeño emirato importa el 90% de los alimentos que consume. Una buena parte de los 2,7 millones de residentes en Qatar son extranjeros, muchos de los cuales corrieron a los supermercados y a sacar dinero del banco.
La crisis puede afectar sensiblemente la economía y el prestigio de Qatar, que será anfitrión en 2022 del Mundial de fútbol, y está invirtiendo en obras de infraestructura. El país, además, ha sido apartado de la coalición militar que dirige Arabia Saudita en Yemen, donde facilitaba varios aviones para bombardear a los rebeldes Huthi (chiitas).
Mientras los gobiernos de Riad, Abu Dhabi y Manama se han mostrado especialmente combativos frente a Teherán; Doha, Kuwait y Mascate se inclinan, con mayor o menor intensidad, por el diálogo con el vecino iraní. Significativamente, ni Kuwait ni Omán se han sumado al castigo a Qatar. Las diferencias no son nuevas. Ya en 2014, Arabia Saudita, Emiratos y Bahréin retiraron a sus embajadores de Doha, pero en esta ocasión las medidas anunciadas apuntan a otro nivel.
La acusación de fomentar el terrorismo se refiere al apoyo de Qatar incluso al Isis, además de las varias siglas de yihadistas empeñados en varios frentes, principalmente Siria. En estos meses, un sutil trabajo diplomático de Moscú había conseguido convencer a Qatar de apartarse del apoyo a los fanáticos de estos grupos que desembocan en el terrorismo, utilizando acuerdos comerciales que interesan a los cataríes. La nueva acusación, además, llama la atención, pues en realidad la misma Arabia Saudita ha quedado más de un vez en evidencia por el apoyo a los grupos terroristas, como han confirmado los nunca desmentidos mails de Hillary Clinton divulgados por Wikileaks.
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Fuente: http://ciudadnueva.com.ar