El Evangelio que anunciamos las mujeres. “Jesús nuestro alimento”

Jesús nos sigue alimentando, y junto a Él no pasaremos más hambre ni injusticias.

Domingo 5 de mayo
Jesús nuestro alimento” (Juan 21, 1-19).

Nosotras somos mujeres que pertenecemos a una organización creada bajo el alero de la Iglesia católica y somos Trabajadoras de Casa Particular.

Lo que más nos llama la atención del Evangelio es la multiplicación de los peces, porque en la primera noche no sacaron nada en la pesca, pero al día siguiente aparece Jesús preguntándoles si tenían comida, ellos le contestan que no, y en ese momento los envía a que vayan nuevamente a pescar. Pedro reconoce a Jesús. Esta era la tercera vez que Jesús se aparecía, y entonces logran sacar muchos peces. Jesús nos enseña la fe, una fe que, a pesar de todo, permanece, como cuando voy a ir a buscar un trabajo y pienso que me va a ir bien y no mal.

Jesús le encarga a Simón Pedro el cuidado de sus ovejas, que es la multitud, la muchedumbre, la gente; pero antes, le pregunta si lo ama, tres veces, que fueron también las tres veces que Pedro negó a Jesús. Jesús nos invita a seguirlo con amor, amándolo. El amor se puede expresar de diversas maneras, como cuando llega alguien a tu casa, y aunque tengas solo una taza de té, la haces rendir para compartirla, o lo mismo con el pan, lo haces rendir… para que ese alguien que llega a tu casa también coma, para dar de lo que tienes a tu hermano o hermana.

Los discípulos no tenían nada para comer, igual que cuando en algún momento de la vida no se ha tenido nada para echarle a la olla, no tienes nada para comer… o como también nos ha ocurrido en nuestra casa ANECAP (Asociación Nacional de Empleadas de Casa Particular), en ocasiones hemos quedado sin té, ni pan, y a medida que cada compañera llega, traen alimentos y la mesa se va llenando, al final sobra y no nos falta, como creíamos.

La lectura dice que los 153 peces los pusieron a las brasas, igual como se hace con las tortillas de rescoldo o las papas. En el pueblo mapuche aún permanece esta tradición y existen varias comidas que se preparan así, como el curanto, preparado al aire libre, con los elementos que están a la mano y una preparación sana. Pensar que Jesús también se alimentaba así, en contacto con la naturaleza misma.

Esto también está relacionado con nuestro trabajo, con la comida, ya que uno puede hacer el aseo en cualquier momento, pero la comida no puede fallar, tampoco en cualquier reunión, tiene que haber comida… la comida congrega, es una forma de entregar cariño, y Jesús sacia el hambre de sus discípulos, hambre a nivel físico y también espiritual. Quizá en ese tiempo la gente también pasaba hambre y por ese motivo se ocupó de que a nadie la faltara la comida… son también pequeñas resurrecciones. Cuando se ha tenido la experiencia de tener hambre, realmente se sabe lo que significa llevarse un pan a la boca, entonces realmente Jesús está con los vulnerables, los hambrientos, los débiles…

En ANECAP también saciamos nuestra hambre, porque Jesús también está aquí, es nuestro otro hogar, nuestro pilar, es nuestra casa hogar, ya que el hogar es el lugar donde podemos cobijarnos; donde nosotras, las trabajadoras de casa particular, compartimos nuestras vivencias, lo que pasa en nuestros trabajos y familias, nos ayuda a fortalecernos. Significa mucho para nosotras, hemos conocido amigas, nos hemos desarrollado como mujeres, nos hemos relacionado en el ámbito social y cultural, hemos aprendido acerca de leyes, disfrutamos del compañerismo. En ANECAP, a nivel nacional, tenemos redes con universidades, instituciones, con profesionales de distintas áreas, tenemos talleres, escuelas, cursos. Queremos mucho nuestra organización, ya que también nos ha empoderado y dignificado. Lo que Jesús, también quiere para nosotras.

Hoy compartimos con ustedes nuestro aniversario de ANECAP Filial Osorno, fuimos creada el 5 de mayo de 1962, cuando las primeras siete mujeres que dieron el primer paso a esta organización eran Mapuche, del campo y dirigentas. Siempre, apoyadas bajo el alero de la Iglesia católica.

Jesús nos sigue alimentando, y junto a Él no pasaremos más hambre ni injusticias.

* Queridas hermanas, queridos hermanos, les enviamos una nueva homilía del Evangelio que anunciamos las mujeres. Nos alegramos y agradecemos los ojos y la voz nueva de mujeres que se atreven a decir y orar el Evangelio para nuestras comunidades. Estas van enriqueciendo nuestra capacidad de comprender y ampliar el mensaje de Jesús. Pueden encontrar todos los comentarios anteriores en Facebook, Mujeres Iglesia Chile, y en la página de la Revista Mensaje: https://www.mensaje.cl/category/noticias/iglesia

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Fuente: https://www.facebook.com/MujeresIglesiaChile

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