El Papa Francisco, después del rezo de la oración mariana del Ángelus, el 30 de agosto, hizo “un llamamiento al diálogo constructivo y al respeto de la legalidad internacional para resolver los conflictos que amenazan la paz de los pueblos” de la región del Mediterráneo oriental.
El mediodía del 30 de agosto, después del rezo del Ángelus, el Papa Francisco expresó: “Sigo con preocupación las tensiones en la zona del Mediterráneo oriental, que se ve socavada por varios focos de inestabilidad. Por favor, hago un llamamiento al diálogo constructivo y al respeto de la legalidad internacional para resolver los conflictos que amenazan la paz de los pueblos de esa región”.
MOTIVOS DE LA DISPUTA
En la raíz de la disputa se encuentran los hidrocarburos que abundan bajo tierra en un tramo de mar disputado entre Grecia y Turquía en el Mediterráneo oriental. En los últimos días se han registrado maniobras militares en la zona en las que también participaron Europa y los Estados Unidos. Turquía afirmó haber realizado ejercicios con un destructor de la Marina de los EE.UU. unas horas después de que Grecia lanzara maniobras militares con Francia y los aliados de la UE en las cercanías.
En una entrevista publicada por Vatican News el 27 de agosto, Giorgio del Zanna, profesor de Historia de Europa del Este en la Universidad Católica, expresó:
“La cuestión de los recursos es importante sobre todo para Turquía porque es una gran economía, que tiene una desventaja muy fuerte que es precisamente la de los recursos energéticos necesarios para su sistema de producción”. En cuanto a la posibilidad de una escalada de la tensión entre los dos países, el profesor católico espera que las escaramuzas actuales se mantengan tal como están y subraya que las divisiones entre los socios europeos en este momento también facilitan una actitud muy decisiva por parte de Turquía.
Los hidrocarburos, además, no son la única razón de los desacuerdos entre Grecia y Turquía. “Una de las principales tensiones —añade el profesor Del Zanna— es la cuestión de los migrantes, que sigue siendo un nudo abierto y complejo. No solo está en juego el acuerdo con Turquía, sino que se trata de un problema más complejo, que también se refiere a la crisis de Siria. Es un elemento de tensión con Grecia porque la frontera griega es la primera frontera de la UE, procedente de Turquía. Luego está el asunto de Chipre. La isla permanece dividida. Es el último muro de Europa, aunque esté olvidado”.
La Unión Europea y La OTAN desean una desescalada de las tensiones entre Grecia y Turquía. A estos deseos se une el Papa Francisco para que se encuentre una solución a través del diálogo y la negociación según las leyes internacionales.
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Fuente: www.vaticannews.va