La muralla verde que todos quieren

Veinte países de África están realizando una barrera para frenar el avance del desierto: 8.000 kilómetros de árboles desde el Atlántico al Mar Rojo.

Si el muro que se pretende construir en la frontera entre Estados Unidos y México indigna, esta barrera, en cambio, obtiene el apoyo de todos. Se trata del enorme “muro verde” que se está realizando en África para frenar la avanzada del desierto. La iniciativa está motivando a personas de veinte países a unir esfuerzos en un proyecto a gran escala para el bien común. La Gran Muralla Verde es un ambicioso plan para cultivar una espesura de árboles resistentes a la sequía a lo largo de 8.000 kilómetros de este a oeste en el extremo sur del desierto del Sahara, la región conocida como el Sahel. Corre a lo ancho del continente, desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo.

El área era verde y en su mayoría cubierta de pastizales y sabanas. Pero las sequías persistentes han cambiado su composición. Ahora, “más que en cualquier otro lugar de la Tierra, el Sahel está al frente del cambio climático y millones de personas ya están enfrentando su impacto devastador”, según el sitio web del proyecto.

El área es seca y estéril y, como resultado, hay una falta de alimentos y agua, y un aumento de la migración a medida que las personas buscan mejores lugares para vivir, y surgen conflictos por la disminución de los recursos naturales. Después de años de trabajar en una solución, los líderes de once países africanos se unieron a la iniciativa en 2007. Hoy en día, hay más de veinte países involucrados. La Gran Muralla Verde cubre 780 millones de hectáreas de tierras áridas y semiáridas, y el área alberga a 232 millones de personas, según la FAO, la agencia ONU para la alimentación y la agricultura.

Los niños se unen a hombres y mujeres de todas las edades para plantar en su mayoría acacias resistentes a la sequía, así como huertos llenos de verduras y frutas. En algo más de una década, el proyecto está completado en un 15%.

A medida que el proyecto aviva el árido paisaje, los árboles están teniendo un impacto en más que la degradación de la tierra y la desertificación en la región. No solo la vida está volviendo a la tierra, sino que los millones de personas que viven allí han encontrado seguridad alimentaria y agua, mayor bienestar, más empleos (incluso fomentando la igualdad de género, ya que las mujeres también han encontrado trabajo) y una razón para quedarse.

En cuanto se desarrolla el proyecto, instituciones de investigación, organizaciones de base, científicos e incluso turistas han visitado el área. Como señala Atlas Obscura, esta afluencia “también ha llamado la atención y los recursos a una región desatendida en la que la ayuda es escasa y los médicos no están disponibles para las poblaciones necesitadas”.

Una vez que esté terminada, la Gran Muralla Verde debería ser la estructura viva más grande del planeta, tres veces el tamaño de la Gran Barrera de Coral. “Hay muchas maravillas mundiales, pero la Gran Muralla Verde será única y todos pueden ser parte de su historia”, dijo el Dr. Dlamini Zuma, presidente de la Comisión de la Unión Africana, en una declaración en el sitio web del proyecto. “Juntos, podemos cambiar el futuro de las comunidades africanas en el Sahel”.

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Fuente: https://ciudadnueva.com.ar

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