Le solicitan “reunir con el mismo nivel de igualdad a hombres y mujeres” para “revitalizar la confianza”. “Escuchando a todos —laicos y clérigos— ¿no podría ser restablecida la credibilidad destruida?”.
“Reunir con el mismo nivel de igualdad a representantes del Pueblo de Dios, hombres y mujeres, laicos y clérigos, sería un signo de su voluntad para afrontar una renovación profunda de la Iglesia y permitiría revitalizar la confianza en sus miembros”. Este es el objetivo de esta petición, en forma de carta abierta al Papa Francisco, lanzada por la Conferencia de Personas Bautizadas Francófonas, y que está siendo apoyada por cristianos de base de todo el mundo.
En España, es Redes Cristianas la que ha organizado la difusión del documento, en el que se condena “el clericalismo” como una de las causas de “los escándalos en la Iglesia relativos al abuso sexual de menores por parte de sacerdotes”. Así, se lanza una petición clara: “le pedimos sinceramente la convocatoria de un Concilio del Pueblo de Dios, donde laicos y clérigos puedan discutir, en plano de igualdad, cómo acabar con la estructura de poder eclesial”. Una demolición del edificio curial desde dentro, y con hombres y mujeres, en plano de igualdad, como protagonistas.
¿Un sueño? Lo cierto es que la iniciativa surge después de que el mismísimo Papa Francisco pidiera “a las personas bautizadas que ayuden para resolver el problema”. “Queremos responder a su llamada”, apunta el manifiesto, que anima a “la movilización de los bautizados en la vida de la Iglesia”, la necesidad de “tener audacia” para “invertir la pirámide” y apostar por la “primacía del sacerdocio común de todos los fieles”.
Una apuesta en un momento especialmente delicado para la Iglesia católica en todo el mundo, con una catarata de denuncias y oscurantismo ante los abusos. “Hoy, la credibilidad de nuestra Iglesia está, no solamente golpeada, sino hecha jirones. Y con la pérdida de confianza, la barca de la Iglesia se está hundiendo, los sacerdotes y los laicos, todos nosotros estamos perdiendo credibilidad para anunciar el Evangelio”, admite el comunicado, que apunta a la obligación de todos los cristianos, no solo de los sacerdotes, para “dar a conocer nuestras convicciones, opiniones y sugerencias para nuestra Iglesia”.
Dicho Concilio, concluye la petición, “sería un momento de verdad para ofrecer a nuestra Iglesia las condiciones para un verdadero renacimiento y para definir un nuevo futuro compartido por la totalidad de los creyentes presentes y futuros”.
— Para firmar la Carta Abierta, pincha aquí.
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Fuente: www.periodistadigital.com/religion