Monseñor Tomasi y el tratado antinuclear: un paso más hacia la paz

Países que poseen armamento nuclear boicotearon y no participaron de la votación.

Más de 120 naciones aprobaron el viernes el primer tratado que prohíbe las armas nucleares, en una votación en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que los países que poseen este tipo de armas no participaron y calificaron de ingenuos los objetivos, en un momento en que Corea del Norte amenaza a otros países. El resultado final fue de 122 votos a favor, Holanda en contra y la abstención de Singapur. La Asamblea tiene en la actualidad 193 Estados Miembros.

Whyte Gomez, presidenta de la conferencia de la ONU que negoció el tratado vinculante, dijo que “el mundo aguardaba esta norma legal desde hacía 70 años”, cuando se usaron las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki al final de la Segunda Guerra Mundial.

Mons. Silvano María Tomasi, secretario del Dicasterio del Servicio para el desarrollo humano integral, en declaraciones al programa italiano de Radio Vaticano, asegura que “esta votación es muy importante, porque es un nuevo paso en la búsqueda de la paz”.

Señaló que “este camino se inició especialmente después del encuentro de Viena de noviembre de 2014, cuando el Papa Francisco indicó en un mensaje que no es razonable hacer depender la seguridad del mundo con el miedo de las armas nucleares”.

Mons. Tomasi reconoció que la decisión de votar un tratado como este “es considerada por los países que tienen la bomba atómica como un gesto demasiado idealista”. Y si bien aceptan que “las armas químicas y biológicas, las minas antipersonales, las bombas de racimo, son armamentos expresamente prohibidos por las convenciones internacionales”, al mismo tiempo olvidan que “no hay nada, casi ningún vulnus jurídico sobre las armas nucleares, que son aún más dañinas que aquellas prohibidas por esta y otras convenciones internacionales”.

Añadió que “se está realizando un camino para crear una mentalidad que eventualmente lleve a la conciencia de que la seguridad de un país y de todos los países no la da tener la bomba atómica, sino que ningún país la tenga”.

Precisó que durante la Guerra Fría fueron aceptadas como un freno, o sea una solución para establecer un equilibrio que previniera el uso práctico de las armas atómicas”. Entretanto aseguró que “las circunstancias han cambiado, y que a pesar del ‘Non Proliferation Treaty’, algunos países añadieron la bomba atómica a sus arsenales, como Pakistán, India, Israel y ahora Corea del Norte”.

Aseguró así que “hay que tener en cuenta que esta amenaza recíproca de muerte no es el camino que debe embocar la familia humana. Por el contrario, el camino es el de la colaboración y del diálogo permanente a través de las estructuras internacionales eficaces. Porque la seguridad es garantizada por el diálogo y no por la fuerza”.

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Fuente: https://es.zenit.org

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