Muerte de migrantes en el Río Grande, Obispos de EE.UU.: “La imagen grita justicia al cielo”

Presidente del Episcopado de los Estados Unidos, Card. Daniel DiNardo, afirma en una nota “que el grito de un padre y su hija se ahogaron al cruzar el Río Grande y llega hasta el cielo mismo”. Los prelados se unen al dolor del Papa después de ver las horribles imágenes de la muerte de los dos migrantes salvadoreños.

“Esta consecuencia indescriptible de un sistema de inmigración fallido, junto con los crecientes informes sobre las condiciones inhumanas en las que los niños están bajo la custodia del gobierno federal en la frontera de Estados Unidos, sacude la conciencia y requiere una acción inmediata”. Con estas palabras, el cardenal Daniel N. DiNardo se une al Obispo Joe S. Vásquez de Austin, presidente del Comité de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos sobre Migración, para pedir al gobierno federal de los Estados Unidos que escuche el grito de los pobres y vulnerables.

ESTA IMAGEN SILENCIA LA POLÍTICA DE INMIGRACIÓN

“Nos unimos al Santo Padre Francisco en su inmensa tristeza —dice la declaración conjunta— después de ver las horribles imágenes de Óscar Martínez y su hija Angie Valeria, ahogados en el Valle del Río Grande en un intento de escapar de la persecución y entrar a los Estados Unidos. Esta imagen grita justicia al cielo y silencia la política. ¿Quién puede mirar esta imagen y no ver los resultados de los fracasos de todos nosotros para encontrar una solución humana y justa a la crisis de la inmigración? Desafortunadamente —continúa la declaración—, esta imagen muestra la situación diaria de nuestros hermanos y hermanas. No solo su grito llega al cielo. Nos llega a todos y ahora debe llegar a nuestro gobierno federal. Todas las personas, independientemente de su país de origen o condición jurídica, están hechas a imagen y semejanza de Dios y deben ser tratadas con dignidad y respeto”.

CONDICIONES INACEPTABLES, ESPECIALMENTE PARA LOS NIÑOS MIGRANTES

“Las recientes noticias de condiciones de insalubridad y hacinamiento —prosigue la declaración— son aterradoras e inaceptables para cualquier persona detenida en Estados Unidos, pero especialmente para los niños, que son particularmente vulnerables. Estas condiciones no pueden utilizarse como elemento disuasorio. Podemos y debemos seguir siendo un país que ofrece refugio a los niños y las familias que huyen de la violencia, la persecución y la pobreza extrema. El Congreso tiene el deber de proporcionar fondos adicionales para satisfacer las necesidades de los niños bajo custodia federal”.

“Su proyecto de ley adicional también debería aumentar la protección de los niños migrantes, incluidas normas más estrictas y el control de las instalaciones fronterizas. Es posible y necesario cuidar de la seguridad de los niños migrantes y de la seguridad de nuestros ciudadanos. Dejando a un lado los intereses partidistas. Una nación tan grande como la nuestra —concluye la nota— es capaz de hacer ambas cosas”.

MONSEÑOR LIRA RUGARCÍA: “RECÉ CON LA JOVEN VIUDA, RECONFORTADA POR SU FE”

Por su parte, el obispo de Matamoros, Mons. Eugenio Andrés Lira Rugarcía, se dirigió ayer a la Casa del Migrante que dirige su diócesis, donde recibe a Tania Avalos, la joven viuda que perdió a su marido Óscar y a su hija Valeria de 23 meses. “Hablamos largo y tendido”, dijo el prelado.

“Ella expresó su gratitud al personal de la Casa del Migrante, especialmente a los que la siguen en todas las prácticas y necesidades. Me edificó mucho su testimonio de fe. Me dijo que en estos momentos de gran sufrimiento encontró en la oración la fuerza para confiar en el amor de Dios y seguir adelante. Así que rezamos juntos por ella y por el eterno descanso de su esposo y su pequeña”, concluyó Mons. Lira Rugarcía.

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Fuente: www.vaticannews.va

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