Nuevo informe de Amnesty: Más conflictos y menos derechos en el mundo

Informe 2021-2022 de Amnesty International. Entre los temas principales están la pandemia de Covid-19, el racismo, la lucha contra la desigualdad y el cuidado de la Creación.

También este año, siguiendo una tradición que se remonta a los años 80, Amnesty International Italia publica el Informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. La edición de este año, enriquecida con una introducción de la Secretaria General de Amnistía Internacional, Agnès Callamardcontiene, contiene cinco panoramas regionales e informes de profundización sobre 154 países. Además del libro, una serie de infografías presentan las principales tendencias mundiales.

AUMENTO DE LOS CONFLICTOS

El aumento de los conflictos en todo el mundo es la principal conclusión del nuevo informe. En 2021, la comunidad internacional no abordó la multiplicación de los conflictos graves, generando más inestabilidad y devastación, por las que millones de civiles de todo el mundo pagaron el precio más alto. Este trágico “mapa” incluye a Afganistán, Myanmar, Yemen, Burkina Faso, Libia, Israel y los Territorios Palestinos, además de Siria, por supuesto. Entre las cuatro crisis que más preocupan a Amnesty International están los dos golpes de Estado perpetrados en Asia, que se ha quedado atrás en materia de derechos humanos. En Myanmar, casi dos mil manifestantes fueron asesinados y los conflictos interétnicos han vuelto a estallar desde que la junta militar tomó el poder en un golpe de Estado el 1 de febrero de 2021 y cometió crímenes contra la humanidad. En Afganistán, el pasado mes de agosto, los talibanes volvieron al poder y “desde entonces”, subraya Amnesty, “se ha producido una caza al hombre y sobre todo a mujeres, y de aquellos que durante 20 años han luchado en defensa de los derechos, con bloggers, periodistas y activistas en la lista negra: un verdadero retorno a la Edad Media”.

LA SITUACIÓN EN ÁFRICA

Pasando a África, Amnesty citó la guerra en Etiopía, en Tigray, la violencia sin precedentes de los grupos armados de Tigray hacia las mujeres y niñas de la región de Amhara, con el uso de la violación como arma de guerra y venganza, además de la incursión de las fuerzas armadas de Eritrea y los 5 millones de personas hambrientas sin que les llegue ayuda. En el año que acaba de comenzar, la atención se centra en el Sahel, donde la crisis también se está expandiendo geográficamente debido a la amenaza combinada de los grupos armados yihadistas, la debilidad o ausencia de un Estado y la presencia de fuerzas extranjeras, en un contexto de sequía y escaso acceso a los alimentos y las vacunas. En algunas partes de África también se teme una gran crisis alimentaria como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, los dos países “graneros” del continente.

ORIENTE MEDIO Y BIELORRUSIA

En Oriente Medio, la atención de Amnesty International se centra en la dramática situación de Egipto, donde hay 60 mil presos de opinión, además del caso judicial de Patrick Zaky. También se critica a Israel por lo que Amnesty define como una política de expansión de asentamientos ilegales. Especialmente preocupante es la situación de los derechos humanos en Irán, donde la detención de ciudadanos europeos se utiliza con fines diplomáticos y otras ventajas. Irán, Egipto y Arabia Saudita son también los países con mayor número de condenas a muerte. En Europa Central y Oriental, Amnesty International lamentó la represión cada vez más severa de los opositores, los periodistas y la sociedad civil en Rusia, que se han reducido al silencio. En Bielorrusia, en cambio, “más que una represión estatal, estamos ante una empresa criminal” en marcha tras la disputada elección de Aleksandr Lukashenko, con más de mil presos de opinión. Amnesty también acusa a Bielorrusia por la historia de los migrantes bloqueados en la frontera con Polonia en condiciones inhumanas y en flagrante violación de los derechos humanos. “Esta fue una de las páginas más oscuras de la historia reciente de los derechos humanos en nuestro continente”, dice el informe.

AMÉRICA LATINA

El Informe 2021/2022 de Amnesty International destaca cómo América Latina sigue siendo la región más peligrosa del mundo, con 252 defensores de los derechos humanos asesinados, 138 de ellos solo en Colombia, más de la mitad del total. La situación en México, donde el año pasado se registraron más de un millar de feminicidios, también es evidente. Tanto Cuba como Nicaragua han sido también escenario de protestas a gran escala que han sido violentamente reprimidas, con decenas de detenciones arbitrarias y condenas a opositores.

NUEVE DE CADA DIEZ PERSONAS NO ESTÁN VACUNADAS EN ALGUNOS PAÍSES

“El 2020 fue el año de la búsqueda desesperada de una solución a la pandemia, encontrada en 2021 gracias a las vacunas, pero los estados ricos y las grandes empresas farmacéuticas minaron la salida del túnel”. Así lo afirma Riccardo Noury, portavoz de Amnesty International Italia, que señala que en los países de renta baja y media-baja solo se ha vacunado al 8% de la población.

“Una vez más —continúa— al responder a una crisis sanitaria, los provechos se han antepuesto a las vidas humanas”. ¿Una falta de conciencia sobre la urgencia de una respuesta global o la prevalencia de los intereses económicos? “Hay un deseo de hacer prevalecer los intereses partidistas, ligados a la nación, dejando atrás a los demás. Desde este punto de vista, 2021 fue una oportunidad perdida y no saldremos de la pandemia hasta que las vacunas se distribuyan de forma justa. Este era y sigue siendo el objetivo, pero todavía está muy lejos”.

LAS DISCRIMINACIONES RACIALES

El 21 de marzo fue el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial. En un momento de pandemia y con más de una guerra en curso —Ucrania, pero también Etiopía, Siria y Yemen— este día adquiere un significado especial. Sobre esta batalla por la civilización, el año pasado, Amnesty International estuvo en primera línea. “El riesgo de considerar este problema como una cuestión secundaria es real, lo vemos en muchos países donde hay refugiados merecedores de protección y otros que son expulsados. La guerra de Ucrania ha demostrado que es posible un modelo de recepción diferente, pero el año pasado no lo vimos en funcionamiento”. Además, “la pandemia ha fragilizado toda una serie de derechos, y entre ellos —subrayó— está la superación de la discriminación, la violencia física y verbal, con un uso excesivo de la fuerza contra determinados grupos”.

LA CUESTIÓN MEDIOAMBIENTAL

El pasado otoño, el cuidado de la Creación fue noticia internacional gracias a la COP26 de Glasgow. Sin embargo, hoy en día, las cuestiones medioambientales parecen haber dejado de ser el centro de atención. “Este es el problema de los problemas que seguirán existiendo”, advierte Noury, “incluso cuando la pandemia haya terminado”. En 2021 hubo muchos dramas relacionados con el cambio climático, “un ejemplo —explica— de cómo los que menos culpa tienen pagan el precio más alto”. Noury piensa en la sequía que ha afectado a 1,5 millones de personas en Madagascar. “Glasgow fue otra oportunidad perdida de hacer algo bueno”, dijo.

LA VOZ DE LAS POBLACIONES

Amnesty International señala que han aumentado las protestas masivas, tanto en las calles como en Internet, de personas de todos los continentes. Se han registrado importantes manifestaciones en al menos 80 países. “El cambio sin presión desde abajo nunca llegará, no podemos pensar que los gobiernos se encargarán de ello de forma filantrópica o progresista. El 2021 ha sido un año de gran activismo, esto ha marcado la diferencia —concluye— en varios casos, pienso por ejemplo en lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo en Chile. Esto nos dice que sin la participación popular las políticas de exclusión y egoísmo continuarán”.

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Fuente: www.vaticannews.va

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