Obispos de Honduras piden al Gobierno “cambiar las estrategias de seguridad en el país” ante el crecimiento de la violencia

Expresan sus condolencias a las familias que han perdido seres queridos como de quienes se sienten amenazados.

Los Obispos de Honduras han expresado su preocupación, en un comunicado, ante “la ola de violencia que se ha intensificado y recrudecido en los últimos días, pero que lamentablemente no hemos podido parar desde hace muchos años”.

Toda vez que expresan sus condolencias a las familias que han perdido seres queridos como de quienes se sienten amenazados, “les aseguramos nuestra cercanía fraterna y nuestras oraciones”, han dicho.

Por ello, rechazan enérgicamente todo tipo de violencia y de alteración del orden social, al tiempo que hacen un llamado “a las autoridades competentes a reconsiderar y, si es necesario, cambiar las estrategias de seguridad en el país”.

Rechazan enérgicamente todo tipo de violencia y de alteración del orden social.

“Porque una cosa es clara: No están dando los resultados esperados. Al pensar en tantos muertos, no se trata únicamente de cifras: son vidas humanas, y muchas de ellas son niños de muy corta edad”, lamentaron.

LA ESPERANZA CRISTIANA

Los prelados señalan que “la espiral de violencia que estamos sufriendo es el resultado de años de injusticia, de corrupción sistemática y de la indiferencia con la que se han visto las raíces del problema”.

Añaden: “La violencia recrudece la pobreza extrema y anula las esperanzas de encontrarle una solución duradera. Es una realidad que nos afecta a todos; por ello, nadie puede quedarse indiferente”.

Por consiguiente, recalcaron que “cada familia y cada ciudadano necesitan y, más aún, tienen derecho a vivir en paz, asumiendo los propios deberes y compromisos en la sociedad, contribuyendo así al bienestar y progreso del país, en un clima de verdadero estado de derecho, sustentado en la procura del Bien Común. Hoy más que nunca necesitamos estar unidos”.

La invitación es a asumir el llamado evangélico de no responder al mal con más mal, por tanto, “como pastores de la Iglesia, que sentimos y sufrimos el dolor y la angustia, el miedo y la frustración de nuestro rebaño, rogamos a todos, que no nos cansemos de hacer el bien y mantengamos viva la esperanza cristiana”.


Fuente: https://adn.celam.org / Imagen: Pexels.

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