América Latina y Caribe: Plan de emergencia económica ante el COVID-19

Planteado por la CEPAL. “Promover políticas sociales universales, redistributivas y solidarias para enfrentar la crisis”.

Ante la grave emergencia sanitaria y económica por el COVID-19 en América Latina y el Caribe, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Alicia Bárcena, invitó a “promover políticas sociales universales, redistributivas y solidarias para enfrentar la crisis”.

En el marco de la cumbre sobre inclusión social organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en América Latina y el Caribe, Bárcena describió que América Latina se enfrenta a una encrucijada de la civilización, un momento excepcional para repensar y enfrentar el futuro con un fortalecimiento del papel del estado, el mercado y la sociedad.

Por ello, explicó Bárcena, estas regiones “necesitan actuar urgentemente por un nuevo pacto social, un instrumento político basado en un diálogo amplio y participativo que ponga en marcha acuerdos y consentimientos para enfrentar la contingencia y repensar la reactivación pospandémica de COVID-19”.

Asimismo, la secretaria de CEPAL urgió a propiciar una “mayor integración productiva, comercial y social” durante una conferencia virtual organizada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe.

INGRESO BÁSICO DE EMERGENCIA

Para afrontar la crisis, la CEPAL propone implementar un ingreso básico de emergencia equivalente a una línea de pobreza (147 dólares) por seis meses, con un costo de 1,9% del PIB y un bono contra el hambre equivalente a 70% de una línea de pobreza extrema (57 dólares) que costaría 0,45% del PIB; además de mayores plazos y periodos de gracia en los créditos a Mipymes y cofinanciamiento parcial de la nómina salarial; apoyo con condicionalidad a grandes empresas en sectores estratégicos en riesgo; políticas fiscales y monetarias expansivas y progresivas, y cooperación para financiamiento en condiciones favorables.

También propone un pacto político para un Estado de bienestar y políticas sociales universales, progresivas y distributivas con miras a desmantelar la cultura del privilegio.

POBREZA EN DATOS

“En 2020, la pobreza en América Latina aumentaría en 7.1 puntos porcentuales (45.4 millones más de personas) en comparación con el año anterior, elevando el número total de personas que viven en la pobreza a 230.9 millones (37% de la población de la región). La pobreza extrema aumentaría en 4.5 puntos porcentuales (28.5 millones más de personas), afectando a un total de 96.2 millones (15.5% de la población), que no podrán cubrir sus necesidades alimentarias básicas”, dijo durante su discurso.

“Esto requerirá asistencia de liquidez de emergencia, derechos especiales de giro, exenciones comerciales, servicio de la deuda, asistencia humanitaria”, dijo. Esta propuesta se une a la estrategia del secretario general, António Guterres, quien, junto con Jamaica y Canadá, está pidiendo ampliar los instrumentos financieros y considerar la sostenibilidad de la deuda de países como los del Caribe, que “no cuentan con buenos apoyos financieros para ir a los mercados”.

Finalmente, Alicia Bárcena destacó que la profundización de la integración regional debe ser un componente esencial de cualquier estrategia para superar la crisis. Esto implica fortalecer nuestras cadenas de producción y promover el comercio intrarregional, concluyó.

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Fuente: https://es.zenit.org

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