Ana María Celis y abusos: Actuar como “Iglesia” constituiría un gran avance

Presidenta del Consejo de Prevención de Abusos de la Iglesia chilena destacó el valor de establecer estándares similares al ser escuchados y acogidos, juzgar a los responsables y tomar en cuenta la experiencia de las víctimas para prevenir nuevos casos.

Ana María Celis, presidenta del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a Víctimas, organismo de la Conferencia Episcopal de Chile, analizó el alcance del encuentro “La protección de los menores en la Iglesia”, que se desarrolla en Roma.

En opinión de la abogada y experta en derecho canónico, ante las altas expectativas es importante mantener un sano realismo: “La reflexión de estos días no producirá efectos inmediatos, sin embargo, el carácter de este encuentro debiese traducirse en dos cambios importantes: en primer lugar, la indispensable sensibilización y toma de conciencia de los líderes de las Iglesias locales de todo el mundo frente al dolor de las víctimas, teniendo en cuenta que se les solicitó a los participantes reunirse con sobrevivientes. Y luego, que la existencia de este encuentro constituye además una acción concreta que rompe el silencio a nivel institucional, principalmente, a través de la participación del Papa durante todo el encuentro. Hasta el momento, solo se habían realizado encuentros periódicos sobre la materia entre algunas conferencias episcopales y la reunión -con una convocatoria similar a la actual- impulsada por la Universidad Gregoriana, en el año 2012”.

Un hecho significativo y que podría ser una consecuencia valiosa de este primer encuentro mundial, según manifestó Celis, es que se asuma como una necesidad que en materia de prevención del abuso sexual y recepción de denuncias, el principio de ser «una Iglesia», entendiéndose con ello que «en cualquier lugar, en diócesis y comunidades religiosas, en parroquias, escuelas, hogares y en todo ámbito pastoral, quienes han sufrido delitos de abuso por miembros de la Iglesia, puedan esperar estándares similares en cuanto a la disponibilidad para ser escuchados y acogidos, recibir sus denuncias, que se juzgue a los responsables, y se tome en cuenta la experiencia de las víctimas para prevenir nuevos casos. En este mismo sentido, no basta con normas y políticas apropiadas, sino que una adecuada implementación debe monitorearse, sin esto se arriesga a que sólo se converse acerca de buenas intenciones. De ahí que en nuestro país resulten tan relevantes las atribuciones que en ese sentido se dieron al Consejo Nacional en agosto pasado».

La profesional agregó que representaría un gran avance que se realicen reuniones regionales periódicas en donde se aprenda más y se compartan nuevas experiencias, tal como lo han venido haciendo algunos países y como es el caso de la Annual Anglophone Conference. Los obispos y encargados de las conferencias episcopales de Australia, Escocia, Estados Unidos de América, Inglaterra y Gales e Irlanda desde hace años se reúnen para compartir experiencias e ir profundizando en algunas materias que contribuyan eficazmente a la prevención para que niños, jóvenes y adultos vulnerables encuentren en la Iglesia un lugar de encuentro con la comunidad, en el que se establezcan relaciones sanas y sobre todo, con Cristo.

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Fuente: Comunicaciones CECh, www.iglesia.cl

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