Colombia: El presidente Duque exige al Ejército de Liberación Nacional el cese de la actividad criminal

Es la condición para retomar el proceso de paz, que queda interrumpido. El problema de la desconexión entre la cúpula del grupo armado y sus bases.

El presidente de Colombia, Iván Duque, dejó en suspenso este fin de semana el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), hasta que la guerrilla libere todos los secuestrados en su poder y deje de cometer atentados. “Si esa premisa se cumple, se dan por terminadas esas actividades criminales, estamos listos a empezar (…)  pero esa exploración debe tener una agenda clara y unos tiempos definidos por el bien de la sociedad colombiana. Es por eso que, hasta que no se cumpla esa premisa, nosotros no vamos a designar a nadie para que se siente en esa mesa a tener ningún tipo de aproximación”, afirmó Duque.

Cuando a comienzos de agosto asumió como presidente, Duque solicitó al alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, un informe sobre la mesa de negociación, que en mayo se trasladó de Quito (Ecuador) a La Habana (Cuba). El informe señaló que, durante casi un año y medio de negociación, el ELN participó de 462 actividades criminales, que cobraron cerca de cien víctimas fatales, hubo 148 atentados contra la infraestructura petrolera y hubo una quincena de secuestros. “Es importante que la ciudadanía entienda que no se puede hablar de paz mientras se está apelando a la violencia como mecanismo de presión al Estado y a la sociedad colombiana”. La semana pasada, el grupo armado liberó a tres soldados secuestrados en agosto en la frontera con Venezuela. Uno de sus voceros, alias Uriel, aseguró que habrá más liberaciones “a pesar de las declaraciones de Iván Duque”. No obstante, Duque exige la suspensión de todas las actividades delictivas y no solo los secuestros. El presidente ha ponderado positivamente el gesto de liberar a secuestrados y de anunciar más liberaciones. “Si suspenden esas actividades criminales y están dispuestos a fijar esa agenda, acá tendrán un gobierno dispuesto a empezar esas exploraciones”, sostuvo Duque.

Uno de los escollos en la negociación con el ELN es la desconexión entre la cúpula de la organización y sus bases, a menudo descontroladas y sujetas a una disciplina menos rígida que la de las FARC. El ELN nació en 1964 casi a la par que la antigua guerrilla, con una ideología que mezclaba marxismo y cristianismo. Los analistas coinciden en que el último grupo insurgente activo en Colombia tiene una estructura más federal de la que tenían las FARC, y eso pone en entredicho su unidad de mando y, en definitiva, la representatividad de sus líderes. Sus aproximadamente 1.500 a 2.000 efectivos, siguen ejerciendo el narcotráfico, secuestrando y realizando atentados. Hubo un alto al fuego bilateral con motivo de la visita del Papa Francisco a Colombia, pero pese a las conversaciones de paz, en un año y medio los avances son escasos, prácticamente todo se quedó en puras palabras.

El pasado mes de abril, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se retiró como garante de la negociación en medio de un clima de tensión por las actividades criminales de disidencias de las FARC, bandas de narcotraficantes y el propio ELN en la frontera entre los dos países. Al problema se añade la presencia del ELN en Venezuela. El jueves, Miguel Ceballos le pidió a la guerrilla aclarar si sus tropas se refugian del otro lado de la frontera y aclaró que no es posible tomar en consideración un cese al fuego cuando parte de los combatientes están en un país extranjero.

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Fuente: http://ciudadnueva.com.ar

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