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Hay predisposición a extender la tregua, pero la guerrilla reclama más compromiso al Estado.
Pese a su predisposición positiva, el Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional-ELN no pudieron acordar una extensión del cese al fuego bilateral aplicado durante los últimos 101 días.
Las partes han discutido el tema en Quito, donde se lleva a cabo el proceso de paz con este grupo armado, pero no pudieron alcanzar un consenso sobre las modalidades para aplicarlo. En una declaración a Radio Caracol, el ELN afirma que ha requerido más compromiso al Ejecutivo que “tiene que colocar más que lo que colocó en esta oportunidad, porque se trata de demostrar voluntad política”.
El periodo de tregua contó con el apoyo de las Naciones Unidas y de la Iglesia católica como garantes. Ambas instituciones solicitaron a las partes preservar “los logros obtenidos en materia de reducción de la violencia”. Si bien se reconoce que hubo violaciones y dificultades para aplicar el cese al fuego, también se destaca que hubo una importante reducción del nivel de violencia que ha supuesto un alivio para las poblaciones rurales.
El ELN ya ha dispuesto el redespliegue de sus milicianos, que se estima sean unos 2 mil, a los que se les ordenó retomar las normales actividades y estar en posición. Por su parte, el presidente colombiano Juan Manuel Santos ha manifestado la voluntad de prorrogar el alto al fuego bilateral.
En Colombia ha habido una importante reducción de la violencia luego de alcanzar la paz con la guerrilla de las FARC, una disminución acentuada en estos tres meses por la tregua con el ELN. Sin embargo, sobre todo en las áreas rurales y las zonas de más difícil acceso, los paramilitares y las bandas criminales actúan dominando el territorio donde llevan a cabo sus actividades ilícitas. Alcanzar un acuerdo de paz con el último grupo subversivo en actividad, implica que el Estado pueda concentrarse más en la lucha contra la delincuencia.
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Fuente: http://ciudadnueva.com.ar
