“Acompañante permanente” es el rol que asumirá la Iglesia católica en las negociaciones emprendidas entre el gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que iniciaron el pasado 21 de noviembre, en Caracas, y cuya primera ronda concluyó el lunes 12 de diciembre. Ya desde el inicio de esta primera fase, la mesa de diálogo había adelantado su intención de invitar a otros acompañantes y garantes del proceso, para llegar a acuerdos amplios y concretos sobre “asuntos básicos y urgentes”. En efecto, como refiere un comunicado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), ya al inicio de diciembre los obispos habían recibido una invitación para participar en dicho diálogo.

“La Conferencia Episcopal recibe con gratitud y responsabilidad la invitación a participar en su condición de acompañante permanente en la Mesa de Diálogo a través de la representación del Ilustre Monseñor Héctor Fabio Henao, quien, con su experiencia y sabiduría, acompañado de nuestra oración estará presto a colaborar en aquello que se requiera para consolidar este proceso tan anhelado en bien de nuestro país”.

“La Conferencia Episcopal recibe con gratitud y responsabilidad la invitación a participar en su condición de acompañante permanente en la Mesa de Diálogo”.

La respuesta —según refiere el comunicado— fue ofrecida a través de una carta firmada el pasado 2 de diciembre por Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Presidente de la CEC, en la que igualmente designa a dos arzobispos para apoyar las labores del proceso, son ellos: Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán y Vicepresidente de la CEC; y Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo emérito de Cali.

En la carta de respuesta dirigida a Iván Danilo Rueda, Alto Comisionado para la Paz del Gobierno Nacional; José Otty Patiño, jefe de Delegación de Paz Gobierno Nacional; Pablo Beltrán, jefe de Delegación de Diálogos del Ejército de Liberación Nacional; y Aureliano Carbonell, Delegación de Diálogos del Ejército de Liberación Nacional, el Presidente del episcopado, Mons. Rueda, expresa a las partes los mejores deseos para que “buscando con ahínco los caminos necesarios se recorran con compromiso en la búsqueda de la paz”.

MÁS ACOMPAÑANTES Y GARANTES

Además de la participación de la Iglesia católica, las partes en la negociación acordaron invitar a Estados Unidos y a cuatro países de la Unión Europea —Alemania, España, Suecia y Suiza—, en calidad de acompañantes, y a Chile, Brasil y México, en calidad de garantes, rol que ya desempeñan Venezuela, Cuba y Noruega. Mientras tanto se espera la respuesta de estas naciones a la propuesta de participación y de sus respectivas delegaciones. Así mismo, aún no se ha dado a conocer la fecha en la que se llevará a cabo la segunda ronda de negociaciones.

También Naciones Unidas, a través de su Secretario General, Antonio Guterres, aceptó la invitación de la mesa de diálogo para acompañar la negociación y designó como su representante al jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu.

“Felicito a las partes por haber llegado a esta primera etapa esencial y les deseo pleno éxito en los diálogos de paz. Me honra la confianza que han depositado en las Naciones Unidas y quisiera aprovechar esta oportunidad para reiterar nuestro firme apoyo para acompañar a las partes en la búsqueda de la paz que tanto anhela el pueblo colombiano”, expresó Guterres en un comunicado. Retomar el diálogo del gobierno colombiano con el ELN fue una promesa electoral del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro. Las negociaciones se suspendieron en 2018 durante la presidencia de su predecesor, Iván Duque.

Fuente: www.vaticannews.va / Imagen: Pexels.