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Según estimaciones de Naciones Unidas más de dos millones de personas han huido de Venezuela producto de la crisis interna y de las políticas económicas erróneas del gobierno.
Con más de 2.000 kilómetros de frontera común, Colombia y Venezuela comparten un serio reto de entendimiento y manejo de relaciones binacionales en distintos aspectos, y especialmente con el reciente desafío frente a la masiva migración forzada de personas provenientes de Venezuela.
Según estimaciones de Naciones Unidas más de dos millones de personas han huido de Venezuela producto de la crisis interna y de las políticas económicas erróneas del gobierno, y se estima que en Colombia ya se encuentran cerca de un millón de estas personas en distintas ciudades del país (algunas de ellas colombianos retornados).
Y a pesar de que gran parte del flujo migratorio de quienes cruzan a Colombia vía terrestre lo hacen por el Departamento de Norte de Santander, muchas otras zonas de esta amplia frontera son utilizadas por los caminantes, quienes dejaron todo atrás para buscar nuevas y mejores condiciones de vida en Colombia u otros países de la región, como es el caso del cruce fronterizo entre Apure, Venezuela, y Arauca, Colombia.
Es por esta razón que el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), desde su conocimiento y experiencia, con el apoyo de las oficinas nacionales de Colombia, Venezuela y la oficina regional de Latinoamérica y El Caribe, han decido priorizar este nuevo proyecto binacional para acompañar a la población con grandes necesidades de asistencia y protección humanitaria, a partir del 1 de octubre de 2018.
Actualmente el JRS cuenta con 4 oficinas nacionales en México, Venezuela, Colombia y Ecuador, en Latinoamérica y El Caribe, y acompaña a miles de migrantes forzados, desplazados y refugiados en la región para garantizar el acceso a derechos y cubrir sus necesidades básicas fundamentales, como lo hará en Arauca y Apure.
El JRS espera trabajar junto a las obras de la Compañía de Jesús y la Iglesia católica, y de la mano con las autoridades locales gubernamentales y no gubernamentales, aliados de lado y lado de la frontera, para prestar un principio servicios de asistencia jurídica, psicosocial y humanitaria en esta importante zona de la amplia frontera binacional.
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Fuente: http://es.jrs.net
