Giro político en Países Bajos: El auge de la derecha radical según sondeos electorales

La retórica antiinmigración, caracterizada por la clausura de fronteras y la deportación de inmigrantes ilegales, parece resonar significativamente entre el electorado neerlandés.

Los Países Bajos experimentan un desplazamiento político hacia la derecha radical, según indican sondeos a pie de urna que sugieren que el partido de orientación islamofóbica liderado por Geert Wilders ha emergido victorioso en las recientes elecciones parlamentarias. Este resultado, cifrado en 35 escaños de los 150 disponibles, implica un impacto político de magnitudes sísmicas, cuyas reverberaciones se extenderán más allá de los límites geográficos de los Países Bajos. Los datos informan que el Partido por la Libertad (PVV) ha consolidado una victoria notable en una cámara baja caracterizada por su fragmentación intrínseca. La alianza de izquierda liderada por Frans Timmermans se posiciona en segundo lugar, contabilizando 26 escaños, mientras que el partido de centroderecha VVD alcanza 23 escaños.

Geert Wilders, al dirigirse a sus seguidores en La Haya, proclama: “Ya no podemos seguir siendo ignorados”, instando a la colaboración entre partidos para forjar una coalición. La aspiración de Wilders es responder a las expectativas de los neerlandeses, quienes anhelan reclamar el control de su nación y garantizar la disminución del flujo migratorio y de solicitantes de asilo. En caso de confirmarse los resultados finales, esta victoria marcará un viraje abrupto hacia la derecha, generando inquietud en Bruselas, dado que el PVV ha manifestado su compromiso de llevar a cabo un referéndum sobre la pertenencia de los Países Bajos a la Unión Europea (UE).

La retórica antiinmigración de Wilders, caracterizada por la clausura de fronteras y la deportación de inmigrantes ilegales, parece haber resonado de manera significativa entre el electorado neerlandés. No obstante, a pesar de su aparente éxito en las encuestas, la formación de una coalición de gobierno liderada por el PVV no se vislumbra como segura, ya que los líderes de los otros tres partidos principales han manifestado su negativa a participar en tal empresa.

WILDERS SUAVIZÓ SU RETÓRICA POPULISTA

Geert Wilders ha permanecido durante décadas en la esfera política neerlandesa. Sin titubear en utilizar epítetos como “escoria” para referirse a los ciudadanos de origen marroquí o proponer concursos de caricaturas del profeta Mahoma, Wilders ha cimentado su trayectoria en una cruzada contra lo que él denomina una “invasión islámica” en Occidente.

Ni los enfrentamientos legales con la judicatura neerlandesa, que lo halló culpable de difamar a los ciudadanos marroquíes, ni las amenazas de muerte dirigidas hacia él, que lo han mantenido bajo protección policial desde 2004, han mermado su determinación.

En un intento por suavizar parte de su retórica populista y dirigir su enfoque hacia otras inquietudes de los votantes, Wilders logró superar las expectativas. Durante uno de los últimos debates electorales, afirmó que existen “preocupaciones más apremiantes que combatir la avalancha de solicitantes de asilo e inmigrantes”, manifestando su disposición a apartar sus opiniones sobre el islam para facilitar el ejercicio del gobierno.

Aunque la inmigración persiste como un tema central en la campaña, los ciudadanos neerlandeses manifiestan una mayor inquietud por “la solidez de sus recursos financieros”. Wilders prometió enfocarse en áreas como “la seguridad y la atención sanitaria” más que en su oposición al islam. Tras ejercer su voto, aseguró a los periodistas en La Haya que aspira a ser el Primer Ministro para “todos los habitantes de los Países Bajos, sin importar su origen, género u cualquier otra distinción”.

Wilders prometió enfocarse en áreas como “la seguridad y la atención sanitaria” más que en su oposición al islam.

¿Pero cuáles son los planes de su partido, el PVV? Aquí detallo las principales líneas de su programa electoral, según la información disponible(1), que van desde la congelación del derecho de asilo hasta la realización de un referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea, abordando incluso el aumento de la producción de petróleo y gas(2).

“MENOS ISLAM EN LOS PAÍSES BAJOS”

“Mediante la disminución de la afluencia de solicitantes de asilo y la merma en el flujo migratorio hacia los Países Bajos, se anticipa una correlativa reducción en el fenómeno de la islamización en nuestra nación”, según el programa electoral del PVV. El documento enfatiza que los Países Bajos, en su concepción, no ostentan la condición de país islámico, destacando la inexistencia de instituciones educativas musulmanas, textos coránicos o lugares de culto musulmán. La estrategia propuesta para alcanzar el objetivo de disminuir la presencia del islam en el país consiste en la restricción de la inmigración no occidental y la eventual abolición del asilo en términos generales. Además, contempla la implementación de medidas como la prohibición de portar el velo islámico en edificios gubernamentales como parte de su propósito de limitar la manifestación visible de la religión islámica en la esfera pública(3).

POLÍTICA DE INMIGRACIÓN RESTRICTIVA

El Partido por la Libertad (PVV) aboga por la implementación de una política de asilo restrictiva. Además, propone una exención de las regulaciones europeas pertinentes en materia de asilo y migración. La formación política tiene la intención de reinstaurar los controles fronterizos, rechazando a los solicitantes de asilo provenientes de “países vecinos seguros”. Se anticipa que los inmigrantes ilegales serán detenidos y repatriados, mientras que los sirios con permisos de asilo temporales verán revocadas sus autorizaciones bajo la justificación de que “algunas áreas de Siria son actualmente seguras”. Aquellos refugiados que ostenten permisos de residencia correrán el riesgo de perderlos en caso de realizar viajes a sus países de origen. En relación con los ciudadanos de la Unión Europea, se establecerá la necesidad de obtener permisos de trabajo, y se proyecta una reducción en el número de estudiantes extranjeros, según lo promulgado en el manifiesto del partido.

UNA SALIDA DE LOS PAÍSES BAJOS DE LA UE

El PVV aboga por la consecución de los Países Bajos soberano, caracterizada por la asunción de plena responsabilidad sobre su divisa, la gestión autónoma de sus fronteras, y la autonomía para establecer sus propias normativas. En esta perspectiva, la formación política rechaza de manera categórica cualquier manifestación de “unión política”, ejemplificada en la Unión Europea, institución que, según su postura, incrementa progresivamente su dominio, centraliza los recursos financieros provenientes de los contribuyentes e impone directrices de manera imperativa.

El PVV aboga por la instauración de un referéndum vinculante acerca del denominado “Nexit”, una hipotética salida de los Países Bajos de la UE. En la previa a dicho referéndum, el país aspira a transformarse en receptor neto de los fondos europeos, en lugar de contribuyente neto, marcando así una clara divergencia respecto de su actual posición en el contexto financiero de la UE.

De igual manera, el partido manifiesta su rotundo rechazo a cualquier posible ampliación futura de la UE, postulándose a favor de la restauración de su capacidad de veto en Bruselas. Como última medida en aras de preservar la identidad nacional, el PVV aboga por la supresión del despliegue de la bandera europea en edificios gubernamentales, enfatizando la exclusividad de los símbolos nacionales.

“NUESTRO PROPIO PAÍS ES LO PRIMERO”

“Nuestra directriz primordial consiste en obrar en beneficio de los Países Bajos y de sus ciudadanos, postulándonos con una perspectiva de prioridad nacional”. El PVV se autodeclara como un ferviente defensor de la única democracia auténtica en la región de Medio Oriente: Israel, según manifiesta en su declaración de principios. De acuerdo con este documento, se anticipa un robustecimiento de las relaciones con Israel, materializado, entre otras medidas, mediante la reubicación de su sede diplomática a Jerusalén. Geert Wilders adquiere un compromiso explícito de clausurar la representación neerlandesa en Ramallah, enclave que alberga a la presuntamente “corrupta” Autoridad Palestina.

Se anticipa una ruptura “inmediata” de los lazos diplomáticos con aquellas naciones que implementan la ley Sharia y desde las cuales los parlamentarios neerlandeses han sido objeto de amenazas de índole mortal.

ESCÉPTICO DEL CLIMA

“Durante un extenso periodo, hemos sido instados a cultivar el temor hacia las vicisitudes del cambio climático”. Este sentir es desestimado categóricamente en el manifiesto del PVV, que aboga por la renuncia a la aprehensión. Se enfatiza que los talentosos ingenieros hidráulicos neerlandeses ostentan una posición preeminente a nivel global, subrayando la innecesaridad de sucumbir al pánico ante la proyección del incremento en el nivel del mar, según se aduce en el mencionado documento.

“Durante un extenso periodo, hemos sido instados a cultivar el temor hacia las vicisitudes del cambio climático”. Este sentir es desestimado categóricamente en el manifiesto del Partido por la Libertad.

Este manifiesto postula la necesidad de intensificar la extracción de hidrocarburos, específicamente petróleo y gas, en el Mar del Norte. De manera complementaria, aboga por la perpetuación de la operatividad de las centrales eléctricas impulsadas por carbón y gas. En consonancia con estas directrices, se destaca el respaldo del PVV a la celeridad de erigir nuevas infraestructuras nucleares.

CONCLUSIONES

En conclusión, los recientes resultados electorales en los Países Bajos revelan un marcado desplazamiento político hacia la derecha radical, con el partido liderado por Geert Wilders, de orientación islamofóbica, emergiendo victorioso y consolidando una posición de influencia en la cámara baja. Este cambio, simbolizado por la obtención de 35 escaños de los 150 disponibles, proyecta un impacto político de gran magnitud, con potenciales implicaciones que trascienden las fronteras neerlandesas.

La retórica antiinmigración de Wilders, enfocada en la clausura de fronteras y la deportación de inmigrantes ilegales, ha resonado significativamente entre el electorado, evidenciado por la victoria del PVV. A pesar de su aparente éxito, la formación de una coalición de gobierno encabezada por el PVV se presenta como un desafío, ya que otros partidos principales han expresado su negativa a participar, generando la posibilidad de un “impasse constitucional”.

La visión del PVV, plasmada en su programa electoral, aboga por una reducción drástica en la presencia del islam en los Países Bajos mediante políticas restrictivas de inmigración y la abolición del asilo. Además, el partido propugna la realización de un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea, generando preocupación en Bruselas.

Wilders, aunque ha suavizado parte de su retórica populista en campaña, sigue siendo una figura controvertida con antecedentes de confrontación legal y amenazas de muerte. Su compromiso con una política exterior más cercana a Israel y su escepticismo hacia el cambio climático se destacan como elementos distintivos de su plataforma política.

En resumen, la victoria del Partido por la Libertad marca un viraje político significativo en los Países Bajos, con repercusiones que van más allá de las fronteras nacionales. El escenario político neerlandés se enfrenta a desafíos sustanciales en la formación de un gobierno y en la gestión de las tensiones generadas por las políticas propuestas por el partido vencedor.

(1) https://www.ledevoir.com/monde/europe/802440/extreme-droite-remporte-legislatives-pays-bas-suggerent-sondages
(2) https://www.vvd.nl/standpunten/
(3) https://www.biobiochile.cl/noticias/internacional/europa/2023/11/23/geert-wilders-el-ultraderechista-antimusulman-que-arraso-en-los-comicios-de-paises-bajos.shtml


Imagen: Pexels.

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