Hacia la renovación de la Iglesia

En su Documento Conclusivo de la 118ª Asamblea Plenaria, los obispos abordan, entre otros temas, el convenio de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) con la Fiscalía, el impactante testimonio de una persona abusada por el sacerdote Renato Poblete, los procesos de reflexión al interior de la Iglesia y la preocupación por algunos asuntos relevantes de la vida social y de debate público.

Agradeciendo a los laicos, laicas y personas consagradas que acompañaron y enriquecieron la reflexión episcopal con sus reflexiones en algunos temas esenciales, los obispos y administradores apostólicos avanzaron en diversos ámbitos del trabajo pastoral y en especial en los compromisos que adquirimos en agosto de 2018, en relación con la prevención de abusos.

CONVENIO MARCO DE COLABORACIÓN CON EL MINISTERIO PÚBLICO

Se valora este documento, firmado el 30 de abril, “al que adherimos todos los obispos y administradores apostólicos. Se trata de un procedimiento habitual de la Fiscalia Nacional con diversas instituciones permanentes del país. Con este convenio, que surge desde la preocupación por alcanzar verdad y justicia para las víctimas, nos obligamos a una cooperación eficaz, de manera que toda denuncia llegue al Ministerio Público, incluso en aquellos casos que la ley no nos obliga”, señala la declaración. Precisa que, en virtud de este acuerdo, se favorece el intercambio de información concerniente a todas las investigaciones respecto de delitos sexuales cometidos por clérigos diocesanos en contra de niños, niñas o adolescentes, o de personas en situación de discapacidad al momento de los hechos, protegiendo la confidencialidad a los denunciantes que lo solicitan y respetando la legislación vigente. Respecto de personas consagradas pertenecientes a congregaciones religiosas, sociedades de vida apostólica e institutos seculares, cada institución podrá adherir formalmente a este convenio.

DOCUMENTO DE TRABAJO SOBRE LA INTEGRIDAD EN EL SERVICIO ECLESIAL

La Asamblea avanzó en la elaboración de este texto, que propondrá “orientaciones para las conductas que hemos de observar todas las personas que ejercemos un servicio en la Iglesia católica en Chile. Queremos construir, con una amplia participación de laicos y consagrados, un texto propositivo con directrices para que el servicio y el desempeño pastoral estén siempre regidos por principios de calidad espiritual y humana”.

PROCESO DE DISCERNIMIENTO

También se avanzó en este proceso que en 2018 los obispos invitaron a emprender con la finalidad de buscar caminos para entender la crisis en la Iglesia y para discernir juntos sus causas y contextos para, también juntos, asumir su renovación. “Hemos diseñado un proyecto de búsqueda, en comunidad, con lucidez y franqueza, para preguntarnos qué nos dice el Señor hoy para nuestra conversión y renovación de la Iglesia. Animamos a todo el pueblo de Dios a ser activos promotores de este caminar, que esperamos tenga un hito el año 2020 con la III Asamblea Eclesial Nacional”.

VÍCTIMA DE ABUSO DEL SACERDOTE RENATO POBLETE: “NADIE MERECE VIVIR LO QUE ELLA Y TANTOS OTROS HAN VIVIDO”

Señala el Documento Conclusivo de la Asamblea de obispos: “El abuso por parte de consagrados es una herida que nos sigue estremeciendo. En estos días hemos conocido, por un medio de comunicación, el horror que ha vivido una víctima de abuso por parte del sacerdote Renato Poblete. Nadie merece vivir lo que ella y tantos otros han vivido. Esto renueva nuestro compromiso de seguir escuchando y acogiendo el testimonio de víctimas y sobrevivientes de abuso, para aprender de ellos y de sus vidas”.

PREOCUPACIÓN POR EL BIEN DE CHILE Y DE LAS PERSONAS QUE SUFREN

Los obispos expresan que les “urge que dramas sociales relevantes puedan ser abordados con eficacia: la situación en la Araucanía, la violencia y la corrupción, la amenaza que revisten las redes de narcotráfico en jóvenes y sus familias, la situación de los niños, niñas y adultos mayores vulnerables que se encuentran en situación de abandono”.

Al mismo tiempo, dicen celebrar toda iniciativa que ayude a que la salud y las pensiones de los más pobres y sectores medios, puedan tener la necesaria y justa reforma que la ciudadanía espera.

PREOCUPACIÓN POR EL MEDIO AMBIENTE

Añaden los pastores que les preocupa el impacto del cambio climático en diversas zonas del país, especialmente los efectos de la sequía y las inesperadas inundaciones de estos días en el sur del país. “La próxima cumbre sobre el cambio climático COP25, que se celebrará en nuestro país, será una ocasión para que todos reflexionemos sobre el destino de nuestra casa común”.

INICIATIVAS SOBRE EUTANASIA, SUICIDIO ASISTIDO Y CUIDADOS PALIATIVOS

En su declaración, los obispos expresan su disposición a aportar, con humildad, la visión cristiana de la vida y de la muerte, a propósito de iniciativas de ley sobre eutanasia, suicidio asistido y cuidados paliativos. “Para la Iglesia, tanto la eutanasia como el encarnizamiento terapéutico no respetan la dignidad de la persona humana. Todos tenemos la experiencia de que la vida es un don. Por eso, nadie es dueño de negarla ni de arrebatarla. Estamos ante un tema de honda complejidad frente al cual el Papa Francisco nos ha invitado a defender con mucha fuerza a esos hermanos y hermanas que la sociedad considera “descartables”. Una sociedad humanizadora es aquella que es capaz de hacerse cargo de los enfermos para hacer más humana su existencia golpeada por el sufrimiento y también la vida de los familiares que los atienden. Esperamos que sobre esta delicada materia haya un amplio debate nacional, que acoja todas las opiniones”.

SIGILO EN SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN

Recuerdan los obispos que el sigilo o secreto en el sacramento de la confesión, propio e inherente a este acto sagrado, es reconocido y resguardado por las leyes del Estado chileno, que garantiza la libertad religiosa como un valor de la sociedad. “El sigilo sacramental es inviolable, como inviolable es la conciencia de quienes acuden a confesar sus pecados para, arrepentidos, disponerse a repararlos asistidos por la gracia de Dios que nos ofrece su perdón”.

Finalmente, los obispos de la CECh agradecen a las comunidades en las diócesis de Chile, laicos y consagrados, por su “buena disposición para colaborar con estos importantes pasos que la Conferencia Episcopal viene dando. Que este tiempo de Pascua nos disponga con esperanza para reconocer a Jesús Resucitado en la Iglesia real que somos, la que anhelamos purificar en un abnegado servicio a las personas”.

Ver texto completo del Documento Conclusivo de la 118ª Asamblea Plenaria.

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Fuente: Comunicaciones CECh, www.iglesia.cl

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