El pueblo de Dios que peregrina en Chile, las víctimas de abusos, los inmigrantes y los hombres, mujeres y niños más vulnerables, están en las intenciones que la Conferencia Episcopal de Chile definió para el 2019.
La Conferencia Episcopal de Chile, como todos los años, ha definido cuáles serán las intenciones de oración que solicitará para 2019, que de acuerdo al mes del año, son las siguientes:
ENERO: Por los trabajos de temporada.
Para que los trabajadores y trabajadoras, en particular los temporeros y temporeras, descubran el valor cristiano de su servicio y sean tratados con dignidad.
FEBRERO: Por el tiempo de descanso y contemplación.
Para que en el periodo de vacaciones reconozcamos el amor del Creador en la naturaleza y el valor del descanso en familia.
MARZO: Por el Pueblo de Dios.
Para que en el camino de Cuaresma todos los miembros del Pueblo de Dios valoremos nuestra unción bautismal que nos hace protagonistas de la vida de la Iglesia.
ABRIL: Por la sanación de dolorosas heridas.
Para que, en la esperanza de la Pascua de Cristo, las víctimas de abuso sexual, de conciencia y de poder puedan encontrar en la comunidad eclesial verdad y justicia, sanación, reparación y consuelo.
MAYO: Por una justa valoración del trabajo.
Para que quienes generan trabajo en el país, procuren lo necesario para que la dignidad de cada persona, imagen de Dios, prime sobre otros criterios.
JUNIO: Por una Iglesia servidora de los pobres.
Para que todo el pueblo de Dios, motivado por el testimonio de sus agentes pastorales, laicos y consagrados, se disponga al servicio de personas y grupos en situación de pobreza y vulnerabilidad.
JULIO: Por un estilo de vida a ejemplo de María, discípula del Señor.
Para que la Virgen María, Nuestra Señora del Carmen, discípula misionera, acompañe la renovación de la Iglesia desde un estilo de vida según su Hijo.
AGOSTO: Por una mayor justicia social.
Para que profundizando en la enseñanza social de la Iglesia que promueve el desarrollo humano integral, aportemos a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
SEPTIEMBRE: Por quienes vivimos en Chile.
Para que todas las personas que habitamos en Chile, especialmente los hermanos y hermanas inmigrantes, juntos forjemos una sociedad más justa e inclusiva.
OCTUBRE: Por nuestra identidad misionera.
Para que este mes misionero convocado por el Papa Francisco, nos ayude a cultivar el espíritu de una Iglesia en salida, presente en las periferias y cercana a los excluidos.
NOVIEMBRE: Por los frutos del Congreso Eucarístico.
Para que el Congreso Eucarístico, celebrado en las diócesis, nos ayude a vitalizar el encuentro con el Señor en la Eucaristía.
DICIEMBRE: Por el espíritu cristiano de la Navidad.
Para que la contemplación del niño Jesús en el pesebre reavive el empeño de la Iglesia y de la sociedad por una cultura que promueva el respeto de la dignidad de niños, niñas y jóvenes.
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Fuente: www.iglesia.cl