Las instituciones religiosas piden una “recuperación económica justa” mediante la desinversión de combustibles fósiles

Las ayudas y programas de recuperación no deben fortalecer a los responsables de la contaminación.

En vista de la previsión de grandes desafíos para la economía mundial a raíz de la pandemia de coronavirus, un diverso grupo de instituciones religiosas está poniendo en práctica el llamado a una recuperación económica justa.

Hoy, 42 instituciones religiosas de 14 países anuncian su desinversión de combustibles fósiles. Este es el anuncio más amplio de desinversión de combustibles fósiles por parte de un grupo interreligioso. Incluye instituciones de Argentina, Australia, Bangladesh, Brasil, Colombia, Ecuador, Indonesia, Irlanda, Italia, Kenia, Myanmar, España, Reino Unido y Estados Unidos.

Al mismo tiempo que los gobiernos de todo el mundo invierten significativamente en la recuperación económica, las comunidades religiosas les instan a pensar a largo plazo y enfocarse en una recuperación justa y baja en emisiones.

HACER FRENTE A UNA AMENAZA MUNDIAL

Mark Campanale, fundador y presidente ejecutivo de Carbon Tracker (think tank), un grupo de expertos independiente que analiza el impacto financiero de una transición energética, ha señalado: “Una recuperación económica integral conlleva adoptar una perspectiva a largo plazo, invirtiendo ahora en infraestructuras que servirán a la comunidad en el futuro”.

“Los combustibles fósiles no tienen cabida en la salud de la humanidad a largo plazo. Los gobiernos deben seguir el modelo de liderazgo de las instituciones religiosas para crear un mundo mejor”.

A principios de este mes, un nuevo informe de Operation Noah mostró que ninguna de las principales compañías petroleras cumple con los objetivos del Acuerdo de París. El ex Arzobispo de Canterbury, Rvdo. Dr. Rowan Williams, comentó en respuesta al informe: “La actual crisis sanitaria ha puesto de relieve, como nunca antes, la necesidad de una acción internacional coherente frente a la amenaza mundial. ¿Podemos aprender la lección y aplicarla a la amenaza global del cambio climático? Hacerlo significa tomar medidas prácticas y eficaces para reducir nuestra dependencia letal de los combustibles fósiles”.

El anuncio proviene de instituciones metodistas, anglicanas, católicas y budistas, entre otras. El grupo incluye a la Confederación Interamericana de Educación Católica, una de las agencias católicas más grandes de América Latina. Óscar Pérez Sáyago, Secretario General, señaló: “El presente y futuro de los niños y jóvenes que asisten a nuestras escuelas dependen del compromiso que asumamos hoy por la casa común”.

Bangladesh alberga el mayor campamento de refugiados del mundo, donde más de medio millón de personas viven cerca del Golfo de Bengala. Esta región, es extremadamente vulnerable ante el grave riesgo de tormentas catastróficas que conlleva el cambio climático. Una pandemia viral y una tormenta de estas características, destruirían una de las comunidades más vulnerables del mundo, lo que ilustra la necesidad de subsanar las deficiencias que han dejado a las economías cerca del punto de quiebra.

EL MOMENTO DE ACTUAR

El padre Endra Wijayanta, director de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Arquidiócesis de Semarang, en Indonesia, dijo: “Esta pandemia de COVID-19 puede ser el momento justo, no solo para reflexionar, sino para actuar. Tenemos que detener nuestra espiral ecológica de muerte. Hemos de revivir nuestra esperanza ecológica, en un arrepentimiento masivo de la humanidad, adoptando el camino hacia una vida más sostenible”.

Las comunidades religiosas han encabezado durante mucho tiempo el movimiento mundial de desinversión y han aportado el mayor número de compromisos, con más de 350 de un total mundial de más de 1.400. Esta acción de las instituciones religiosas ejerce presión sobre los gobiernos de todo el mundo para que promulguen políticas que conduzcan a una recuperación integral y resiliente.

La participación de los católicos es especialmente destacable, ya que se inició la Semana Laudato Si’, que conmemora a nivel mundial el quinto aniversario de la Laudato Si’, encíclica del Papa Francisco sobre el cambio climático y la ecología. Tras recibir la invitación del Papa para participar en la Semana Laudato Si’, los católicos han asumido el proyecto de construir juntos un futuro más justo y sostenible. En el último mes, 21 organizaciones católicas con 40.000 millones de dólares en activos bajo gestión, se comprometieron a invertir en empresas que estén alineadas con sus valores, firmando el Compromiso Católico de Inversión de Impacto.

INSTITUCIONES QUE DESINVIERTEN

Aquí puedes encontrar una lista completa de las 42 instituciones que están desinvirtiendo en combustibles fósiles y las declaraciones de sus dirigentes.

Declaraciones de directivos:

Tomás Insua, director ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima, dijo: “Estas instituciones están tomando acciones proféticas para iluminar el camino hacia un futuro más justo y sostenible, porque cada dólar invertido en combustibles fósiles es un voto a favor del sufrimiento. Ahora más que nunca necesitamos trabajar juntos como comunidad global para proteger a nuestras comunidades y construir juntos una recuperación justa”.

James Buchanan, director de la campaña Bright Now de Operation Noah, declaró: “Las decisiones que tomemos ahora afectarán el futuro de la humanidad durante miles de años. Estas instituciones religiosas han demostrado un fuerte liderazgo en respuesta a la crisis climática, e instamos a los gobiernos de todo el mundo a que sigan su ejemplo para poner fin al fomento de combustibles fósiles e inviertan en las tecnologías limpias del futuro”.

La Prof. Dra. Isabel Apawo Phiri, Secretaria General Adjunta del Consejo Mundial de Iglesias, dijo: “Insistimos en la apremiante preocupación de los cristianos de todo el mundo en relación con el cambio climático y sus efectos adversos en toda la creación. El imperativo moral de desinvertir combustibles fósiles y de invertir en una senda baja en carbono para lograr el bienestar económico, social y ecológico y la sostenibilidad de toda la creación es más urgente que nunca”.

La Rvda. Rachel Mash, Coordinadora de Green Anglicans, dijo: “La crisis de COVID-19 nos muestra que nuestra forma actual de vida es insostenible, estamos enfermos porque la Tierra está enferma. No podemos volver a la normalidad, debemos volver a crecer hacia una nueva forma de vida sostenible. Al entrar en una era post COVID-19, debemos apartarnos de las fuentes de energía que contribuyen al cambio climático y a la contaminación ambiental”.

Yossi Cadan, Gerente de Campaña de Finanzas Globales de 350.org, dijo: “Una vez más, los grupos religiosos siguen marcando el camino e indicando claramente al resto del mundo que cualquier inversión futura o fondos de fomento deben descartar los combustibles fósiles y propiciar una reducción estructural de las emisiones a largo plazo. Las respuestas a la crisis económica son también las soluciones a la crisis climática. La recesión económica debe ser una oportunidad para acelerar la transición necesaria hacia niveles de carbono bajos y nulos. Y cualquier intervención financiera, incluyendo a los inversores, debe poner a las personas y sus fuentes de sustento en primer plano”.

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Fuente: Movimiento Católico Mundial por el Clima, https://catholicclimatemovement.global/es / www.religiondigital.org

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