A través de una carta, representantes del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile manifiestan que esperan ir recuperando, apenas sea posible, la fe compartida en ceremonias presenciales y reiteran el llamado a cuidarnos y a respetar responsablemente las decisiones de la autoridad sanitaria: “La vida es sagrada, por eso cuidarla es nuestra mayor preocupación en este y todo tiempo”.
Respecto de las legítimas aprensiones expresadas por algunos lectores del medio El Mercurio, ante los reducidos aforos con que las disposiciones sanitarias siguen limitando a los cultos religiosos, en relación a otras actividades, la Conferencia Episcopal ha dirigido una misiva al diario.
“Por la importancia que reviste la Eucaristía, los sacramentos y la vida espiritual, no solo para los pastores sino para todo el pueblo de Dios, desde hace meses hemos hecho presente a la autoridad nuestro deseo de poder ir recuperando, apenas sea posible, el carácter comunitario de la fe compartida que se traduce en las ceremonias presenciales. Lo hemos hecho a través de las instancias pertinentes a nivel nacional y local, también junto a otras confesiones religiosas que comparten la misma preocupación”, señala parte del mensaje, donde se explica que, para la Navidad, desde la Iglesia católica se hizo una especial solicitud al Gobierno para que extraordinariamente se permitiera un mayor aforo en cultos cristianos, lo que no fue posible. “Aunque las últimas disposiciones permiten una mayor presencia de fieles en los pasos menos críticos, consideramos que muchos lugares de culto ofrecen las condiciones y garantías para acoger a un mayor número de fieles como ocurre en otras actividades”, afirman los obispos.
Luego se añade: “Sabemos y comprendemos que la situación sanitaria actual es muy compleja. Por eso hemos expresado, en comunión con el Papa Francisco, nuestra plena adhesión al llamado a cuidarnos y a respetar responsablemente las decisiones de la autoridad sanitaria. Lo renovamos hoy, cuando vemos cómo conductas irresponsables de personas y grupos nos ponen en mayor riesgo a todos. Creemos que la vida es sagrada, por eso cuidarla es nuestra mayor preocupación en este y todo tiempo”.
Finalmente se expresa que se seguirá en diálogo con las autoridades para ayudar a que los creyentes puedan reencontrarse lo antes posible. “No buscamos ningún privilegio y sabemos que es la autoridad sanitaria, escuchando a los expertos de la salud y a los grupos afectados, la que mejor puede ponderar las medidas para el conjunto de la sociedad. Invitamos a nuestras comunidades a perseverar en la oración, a actuar con humildad y respeto, y a no dejarnos llevar por la impaciencia ante la grave situación que nos aqueja”, concluye la carta firmada por el Presidente, Vicepresidente y Secretario General de la CECh.
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Fuente: www.iglesia.cl