“A menudo, una cultura de indiferencia y exclusión rodea a las víctimas de la trata, haciéndolas casi ‘invisibles’. Para combatirla, hay que acoger, acompañar y defender a las víctimas con compasión y solidaridad. Por lo tanto, los gobiernos deben mejorar el acceso a los servicios para los sobrevivientes de la trata y garantizar que reciban una atención adecuada, protección especializada, asistencia jurídica y formas apropiadas de reparación o restauración”. Este fue el llamamiento de Monseñor Urbańczyk en su intervención en la mesa redonda, organizada por la Presidencia polaca de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el lunes 4 de marzo en Viena, para construir sistemas de protección eficaces para las víctimas de la trata.
ESTAR AÚN MÁS ATENTOS
La delegación de la Santa Sede subrayó la relevancia del debate a la luz de los desafíos planteados por la pandemia del Covid-19 y la guerra en curso en Ucrania, e invitó a “estar aún más atentos” ante el riesgo —subrayado por el enviado especial del Papa Francisco, el cardenal Michael Czerny, durante su reciente visita a Hungría y, en particular, a la ciudad ucraniana de Berehove— “de que los refugiados ucranianos, especialmente las mujeres y los niños, sean secuestrados y explotados” por los traficantes de seres humanos, “que buscan esclavizar a los vulnerables ofreciéndoles falsa ayuda y luego atrapándolos”.
ESFUERZOS PARA PROPORCIONAR UNA ASISTENCIA ADECUADA A LAS VÍCTIMAS
Urbańczyk también recordó el compromiso y los esfuerzos realizados por los gobiernos nacionales en la prevención de la trata y en la protección de las víctimas de lo que llamó “crimen odioso”, los esfuerzos de las ONG y de la sociedad civil, así como los de la Iglesia católica y de los cientos de congregaciones religiosas y organizaciones laicas que ofrecen refugios a estas personas y trabajan por su integración social. “Estos esfuerzos”, continuó diciendo, “crean un entorno que acoge, protege y cuida a las víctimas y ofrece recursos físicos, psicológicos, legales y socioeconómicos para apoyar su curación y reintegración”.
NECESIDAD DE COOPERACIÓN ENTRE ESTADOS
El representante del Vaticano insistió en la necesidad de procedimientos legales que protejan también a los familiares y amigos de las víctimas, que a menudo experimentan algunos de los “efectos secundarios de la trata”, como la extorsión y el fenómeno de ser descartados por la sociedad, e indicó como prioridad abordar y reducir el riesgo de revictimización, advirtiendo del uso de la deportación arbitraria “regulada” de las víctimas de la trata. Urbańczyk concluyó instando de nuevo a los Estados a cooperar “para garantizar a las víctimas de la trata un tratamiento adecuado”.
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Fuente: www.vaticannews.va