Justicia, escucha al pueblo y paz, este es el centro de la intervención del Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, con motivo de la 45ª sesión dedicada a la difícil situación en Minsk.
“La Santa Sede renueva su llamamiento en favor de una solución pacífica y justa” a la situación sociopolítica creada en Bielorrusia tras las elecciones. Así lo dijo el Arzobispo Ivan Jurkovič, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, que intervino en la 45º sesiones del Consejo de Derechos Humanos, dedicado al país de Minsk.
JUSTICIA Y DERECHOS
En particular, para resolver las tensiones, el prelado pidió “un diálogo sincero, el rechazo de la violencia y el respeto de la justicia y los derechos”. El Arzobispo recordó “la solicitud tangible” del Papa Francisco por toda Bielorrusia y la Iglesia católica local, una solicitud expresada en el Ángelus del 16 de agosto y renovada por la visita al país en los últimos días del Secretario de Relaciones con los Estados, el Arzobispo Paul Richard Gallagher.
MANIFESTACIONES PACÍFICAS Y ESCUCHA A LA GENTE
Esperando “una comprensión más profunda de la misión eclesial de la Iglesia y el papel que desempeña en el fomento de la reconciliación social y la cohesión social”, Monseñor Jurkovič pidió por lo tanto que se realizaran manifestaciones pacíficas y se escuchara la voz del pueblo, respetando sus derechos. “La Santa Sede, deseosa de una solución pacífica y rápida a las tensiones actuales —concluyó el prelado—, permanece abierta a cualquier otra discusión que pueda conducir a la paz necesaria”.
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Fuente: www.vaticannews.va