Mujeres y hombres que se graduaron tras completar cinco meses de formación en costura, panadería, cosmética, maquillaje, peluquería, alfabetización informática e inglés.
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) Sudáfrica celebró la graduación de 221 refugiados y solicitantes de asilo del Centro Técnico Arrupe para Mujeres y del Centro Técnico de Pretoria.
Las mujeres y hombres que se graduaron tras completar cinco meses de formación en la disciplina elegida recibieron materiales para poner en marcha sus propios negocios. En estos cursos pudieron aprender costura, panadería, cosmética, maquillaje, peluquería, alfabetización informática e inglés.
La graduación del Centro Técnico Arrupe para Mujeres fue una celebración alegre. Más de 100 graduadas se ovacionaron las unas a las otras, bailaron y recibieron sus certificados con sonrisas de satisfacción y agradecimientos a Dios, al JRS y a sus docentes.
“Antes de llegar al Centro Arrupe, no hablaba inglés. Ahora puedo valerme por mi misma y salgo de aquí llena de confianza”, dijo una alumna de la clase de inglés. Otra estudiante de panadería, compartió que “además de nuestras habilidades para hornear, sabemos cómo gestionar nuestros negocios para generar ingresos para nuestras familias”. Había una sensación de esperanza y aspiraciones entre las estudiantes deseosas de poner en práctica sus nuevas habilidades, ser autosuficientes y mantener a sus familias.
En la graduación del Centro Técnico de Pretoria, se respiraba la energía de la celebración. Las estudiantes de costura desfilaron con sus modelos, entre otros, un vestido de novia y un vestido de dama de honor. Muchas y muchos de los graduados compartieron su sentimiento de gratitud y determinación. “Gracias por darnos esta oportunidad, por darnos esperanza. Cuando llegamos aquí nuestras vidas no iban a ningún lado; ahora tenemos un camino por recorrer”, dijo una estudiante de informática.
La oradora invitada, Michele Mangwaro, una refugiada de Zimbabue que ya dirige su propio negocio de salud y belleza, compartió unas palabras impactantes e inspiradoras con las nuevas y nuevos graduados. Animó a mujeres y hombres a identificar sus valores y motivaciones para “reagruparse, reinventarse, reacomodarse [a sí mismas] para avanzar”. Las estudiantes repitieron sus valientes palabras: “Rendirse no es una opción”.
Estas mujeres y hombres volverán a sus comunidades con habilidades, materiales y la confianza recién adquirida para ser económicamente autosuficientes.
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Fuente: http://es.jrs.net