Treinta y siete días después del inicio de la guerra, las Naciones Unidas han informado de que más de 1.200 civiles han muerto en Ucrania, entre ellos 112 niños. También hay 6,5 millones de desplazados internos en el país. Con la esperanza de resolver una situación catastrófica y con el objetivo de permitir la evacuación de civiles, el viernes 1 de abril se inauguran corredores humanitarios en Mariúpol, donde el jueves comenzó una tregua. El Comité Internacional de la Cruz Roja dice estar preparado para dirigir las operaciones. Sin embargo, hay muchos temores: Kiev ha especificado que “el alto el fuego no afecta a Mariúpol, solo a los corredores humanitarios, la ciudad sigue siendo atacada”. El jueves, un convoy de autobuses que transportaba voluntarios fue bombardeado en Chernígov, al norte de Kiev, y una serie de asaltos derribaron un ayuntamiento en la región de Járkiv. Los ucranianos liberaron 11 aldeas en la región de Jersón, mientras que las tropas rusas habrían iniciado su retirada de Chernóbil.
SE AVECINA UNA REUNIÓN ENTRE PUTIN Y ZELENSKI
En el frente diplomático, el presidente turco Erdogan dijo que estaba trabajando para “una reunión entre Putin y Zelensky lo antes posible”. El Primer Ministro italiano, Mario Draghi, anunció que Italia es solicitada como mediadora “tanto por Rusia como por Ucrania”. Por último, Estados Unidos no reconocerá el resultado del referéndum que se celebrará en los próximos días en Osetia del Sur, región de Georgia, para hacer oficial la anexión a la Federación Rusa.
Y mientras el conflicto en Ucrania continúa, se abre otro frente: el del gas. El presidente ruso Putin exige el pago de los suministros en rublos o, de lo contrario, los suspenderá. La Unión Europea reaccionó inmediatamente, rechazando la decisión y considerando otras sanciones. Es un “chantaje”: estas son las duras palabras que han pronunciado varios líderes europeos tras el decreto de Putin que exige que las entregas de gas se paguen en moneda rusa. Italia y Alemania, los mayores compradores de Europa, junto con Francia, han acordado decidir nuevas sanciones contra Moscú, exigiendo que se respeten los contratos con pagos en euros. En la misma línea está Estados Unidos, que, en caso de corte de gas ruso, ha prometido cubrir la emergencia con su gas líquido. La medida de Putin parece tener como objetivo aumentar la demanda de rublos y evitar un colapso de la moneda. Sin embargo, los pagos en euros se harán a Gazprombank, una institución no afectada por las sanciones, que los cambiará. Los primeros pagos de gas en rublos deberían tener lugar entre la segunda mitad de abril y mayo.
NUEVAS MEDIDAS
Mientras tanto, Moscú asegura una dura respuesta en caso de nuevas sanciones, y a los líderes europeos se les ha prohibido entrar en Rusia, mientras que Washington ha tomado medidas contra 21 empresas y 13 personas que trabajan en el sector tecnológico. La cumbre virtual del viernes 1 de abril entre China y la Unión Europea intenta convencer a Pekín de que ejerza su influencia sobre Moscú para que ponga fin a la guerra y no eluda las sanciones.
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Fuente: www.vaticannews.va