Crear un espacio seguro para las desplazadas internas en Camerún

Cuarenta mujeres jóvenes convivieron durante diez días en los que compartieron experiencias, adquirieron herramientas y disfrutaron juntas de un espacio seguro y sanador.

Para reforzar su respuesta humanitaria a las necesidades de protección de las mujeres y chicas desplazadas internas en la región, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) África Occidental organizó el campamento GLOW, acrónimo de Girls Leading Our World (Chicas que Lideran Nuestro Mundo), financiado por el Gobierno Vasco y el socio Alboan.

Cuarenta chicas de entre 12 y 25 años convivieron durante diez días en los que compartieron experiencias, adquirieron herramientas y disfrutaron juntas de un espacio seguro y sanador. “Decidimos celebrar el campamento en Kribi, una zona costera del sur de Camerún, porque era un espacio neutral para ellas, donde podían hablar libremente de temas complejos”, atestigua Kongmo Kingsley, agente de campo. Durante esos días, las jóvenes trabajaron juntas en temas como la educación sexual, la autoestima, los derechos humanos, la comunicación interpersonal y la resolución de conflictos. El objetivo principal era hacer hincapié en el importante papel que desempeñan las niñas en la sociedad, promover el liderazgo y proporcionar las habilidades necesarias para trabajar en la reducción de la violencia basada en el género (GVB, por sus siglas en inglés).

Las jóvenes trabajaron juntas en temas como la educación sexual, la autoestima, los derechos humanos, la comunicación interpersonal y la resolución de conflictos.

RESILIENCIA ANTE LA ADVERSIDAD

En las zonas urbanas Yaundé y Douala, Camerún, el JRS apoya a los desplazados internos (IDPs, por sus siglas en inglés), que huyen del conflicto sociopolítico en las regiones noroeste y suroeste del país. Esta crisis, que comenzó en 2017, ha obligado a miles de personas a huir, mientras que muchos más son desplazados internos. “Las mujeres a las que atendemos llegan a Yaundé con traumas debidos a violaciones, asesinatos e inseguridad. Vienen con la esperanza de encontrar seguridad para ellas y sus familias”, declara Kingsley. “Además, cuando llegan aquí, están expuestas al estigma, el abuso y la violencia doméstica”.

“Para las desplazadas internas de Camerún, soñar es difícil en una sociedad que no se lo permite. Ayudarlas a soñar fue una experiencia maravillosa”, declara Christian Alama, experto en SMAPS (Salud Mental y Apoyo Psicosocial) del JRS. Compartir miedos, experiencias y emociones fue algo sanador para las chicas. “Trabajamos con ellas para desarrollar su capacidad de hacer frente a la adversidad. La mayoría de ellas fueron violadas y sufrieron mucha violencia. Compartir sus testimonios con otras chicas fue terapéutico y además, como psicólogo, les proporcioné recursos de gestión del estrés para afrontar situaciones difíciles”, explicó Christian. “El Campamento GLOW fue una maravillosa iniciativa de SMAPS basada en la comunidad”.

Daniella* procede de la región noroeste de Camerún. Abandonó su hogar en 2019 debido a la crisis anglófona. “Hubo muchos asesinatos a nuestro alrededor. Cuando empezó la crisis, quemaron casas y también mataron a uno de mis primos, así que decidí mudarme a Yaundé”. Como Camerún es un país bilingüe, a Daniella le costó integrarse en Yaundé porque no habla francés y eso afectó a su autoestima.

Describe el campamento GLOW como una oportunidad increíble para crecer y socializar con otras chicas. “No sabía que un día podría ser así en mi vida. He aprendido del campamento GLOW que, como chica, no debo menospreciarme, ya que puedo hacer lo mismo que un hombre”.

El JRS también apoya el negocio de costura tradicional de Daniella con el programa de medios de vida. “Puedo poner comida en mi mesa y mis hijos van a la escuela gracias a este programa”.

Nadine* es originaria de la región suroeste de Camerún y llegó a la capital en 2019. Debido a la crisis, tuvo que interrumpir su educación. “Cuando llegué, me resultó muy difícil cuidar de mí misma. Tuve que lidiar con chicos que querían aprovecharse de mí”. El JRS la apoyó con formación en la producción de jabón y le proporcionó los materiales necesarios para poner en marcha su propio pequeño negocio.

Una de las cosas que Nadine más valora de su participación en el campamento GLOW es, sin duda, compartir sus experiencias con otras mujeres y sentirse apoyada por los testimonios de otras chicas. “Compartimos experiencias de violencia y juntas aprendimos a reconocer los primeros signos, para poder actuar”. Para ella, la educación es clave y siempre anima a las más jóvenes a seguir yendo a la escuela. “Cuando uno va a la escuela, tiene más oportunidades. En mi zona, las chicas no siempre tienen esa oportunidad, porque a menudo las familias las obligan a casarse a los 13 o 14 años. Yo les digo: ‘ustedes son capaces, no se menosprecien’”.

“En el campamento GLOW aprendí que nadie puede obligar a una mujer a casarse. Ni siquiera la familia. También aprendí sobre la violencia de género: cómo puedo afrontarla, superarla y denunciarla. Es importante hablar cuando se sufre”. Antes pensaba que no era nadie, pero gracias al taller de autoestima y al apoyo psicosocial, ahora tiene confianza en sí misma.

* Nombre de fantasía para proteger la identidad de la persona.


Fuente: https://jrs.net/es / Imagen: Servicio Jesuita a Refugiados.

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