No hemos trabajado bien las heridas. Cada grupo social carga con sus propias heridas, las siente dolorosas y graves; le han provocado un trauma.

Los elementos positivos de la propuesta de la Convención afrontan los peores defectos de la Constitución vigente. A la hora de votar, eso nos debiera pesar mucho más que sus aspectos negativos, sobre los cuales hay una coincidencia amplia de que se debieran reformar.

La Convención falló en su tarea de generar consenso en torno al proyecto constitucional. Ahora, el proceso debe continuar y la derecha debe comprometerse con el cambio, haciendo aquello que la izquierda le enrostra como imposible. Pero, a diferencia del Apruebo, el Rechazo es una opción transversal y eso amplía sus garantías.